Teoría de la Producción

Mises en 1926: La opinión pública siempre quiere «dinero fácil», es decir, tipos de interés bajos. Pero la propia función del banco emisor de billetes es resistirse a tales demandas, protegiendo su propia solvencia.

Las preferencias por los buenos tiempos también significan buenos tiempos en un ambiente de fiesta. Cuando Jamaica abrazó el socialismo hace muchas décadas, no se suponía que llegaría a esto.

Es fácil pensar que las curvas de oferta y demanda son la clave del análisis económico. En realidad, no pueden decirnos gran cosa, y hacer hincapié en ellas en realidad obstaculiza una mejor comprensión de los procesos económicos.

Mientras que los economistas austriacos critican a los neoclásicos por el uso de supuestos falsos en sus modelos, los críticos han dirigido la misma crítica contra los austriacos por su uso de la economía de rotación uniforme.

Rothbard muestra que los fallos del gobierno no son un accidente sino que provienen de la propia naturaleza de los medios.

En aquella época de predominio keynesiano prácticamente indiscutible, la obra de Hutt fue un faro para quienes defendían la verdad de que la economía trata de las elecciones y acciones de los seres humanos reales.

Los bienes de capital están disponibles gracias a la seguridad de los derechos de propiedad privada y a una clase de personas dispuestas a ahorrar e invertir. Sin esto, no puede haber grandes progresos en el nivel de vida. Pero todo esto lleva su tiempo.

El concepto marxista de explotación surge de una profunda pregunta que se hizo Marx: ¿Por qué los capitalistas ganan intereses?

Los bienes creados por la automatización —y la mano de obra liberada por ella— se convierten en insumos para las industrias posteriores.

Sin la suposición de la teoría laboral del valor de un precio natural que explique lo que «realmente» sucede bajo el velo de la oferta y la demanda, no hay mistificación implicada en la producción capitalista.