TEl primer mandato de Trump destacó por los innumerables y terribles nombramientos que hizo. Esto fue cierto tanto en términos políticos como políticos. En el ámbito político, Trump nombró a personas que habitualmente trataban de socavarle políticamente. Muchos de los nombrados por el propio Trump harían campaña contra él en 2020 y 2024. Los seguidores más despistados de Trump nos aseguraron que todo esto era, de alguna manera, ajedrez en 4D. Por supuesto, no lo era. El tropo del ajedrez en 4-D siempre ha sido, como dicen los niños, «Copium».
En cuanto a la política, los nombramientos de Trump fueron aún peores. Neoconservadores belicistas como Nikki Haley, John Bolton y Mike Pompeo —y un sinnúmero de burócratas neoconservadores menoresѿ ocuparon puestos prominentes en la administración. Además, con sus puestos clave en muchos departamentos federales, estos defensores del estado de guerra pudieron proteger a miembros del ejército que intentaron descaradamente socavar la administración y promover la guerra con Rusia. Me viene a la mente el despreciable militarista Alexander Vindman.
Ahora, Trump parece haber vuelto a sus viejos hábitos. Públicamente, la administración ha dicho que no volverá a cometer los mismos errores, pero las pruebas entrantes sugieren lo contrario. Trump ya ha nombrado a Elise Stefanik embajadora ante la ONU y a Michael Waltz asesor de Seguridad Nacional.
Sin embargo, una vez más, por supuesto, escuchamos del ala crédula de la base de Trump que todo es ajedrez 4-D.
Sí, claro.
Waltz es un acólito de Donald Rumsfeld y Dick Cheney, y en este video, Waltz elogia a Trump por su apoyo a todos los temas de conversación neoconservadores habituales, como «romper Irán», «estar con Israel» y «hacer que China pague». Waltz canta las alabanzas de «estar con nuestros aliados», lo que, presumiblemente incluye a los saudíes que jugaron con Trump como un violín en su viaje de 2017 a Riad. Waltz tiene razón sobre el Estado de Israel, por supuesto. La Casa Blanca de Trump, siempre fue territorio ocupado por Israel. Demasiado para «América primero».
Waltz ha pedido repetidamente una escalada en Ucrania. En otras palabras, defiende exactamente lo contrario de lo que Trump dijo a su base durante la mayor parte de la campaña.
La carrera de Stefanik puede definirse por sus muchos años de trabajo como agente del Estado profundo impulsando ONG pro-Israel y sirviendo a políticos del establishment conservador por excelencia como George W. Bush y Paul Ryan. Como recompensa por su servicio al Bloque de Política Exterior, Stefanik fue nombrada inmediatamente para importantes comités de política de defensa a los pocos meses de llegar al Congreso. No representa peligro alguno para el statu quo de Washington.
No debería sorprender a nadie que tanto Stefanik como Waltz sean también enemigos de la privacidad y los derechos de propiedad:
La última noticia sobre los nombramientos de Trump es que planea nominar a Marco Rubio como secretario de Estado. Tal vez Dick Cheney no estaba disponible. Rubio está en la cima de los políticos de Washington que siempre y en todas partes presionan para que continúe la intervención militar global. O, como dijo Rand Paul «Veo a Hillary Clinton y Marco Rubio como la misma persona».
“I see Hillary Clinton and Marco Rubio as being the same person” — @RandPaul, the best Senator
pic.twitter.com/MGjZjvzRee— Liam McCollum (@MLiamMcCollum) November 12, 2024
¿Es esto lo mejor que puede ofrecer Trump? Hasta ahora, Trump no ha ofrecido nada a Tulsi Gabbard, que está cualificada para un puesto en política exterior y que hizo una gran campaña por Trump. Si acaba ocupando solo un puesto menor en la administración, será emblemático de una administración que está revelando rápidamente que Trump nunca tuvo intención de cambiar fundamentalmente el funcionamiento del Imperio estadounidense.
Por otro lado, Ben Shapiro está muy contento:
Well...somebody is happy... https://t.co/0mWFX16ojQ
— Daniel McAdams (@DanielLMcAdams) November 12, 2024
