Poder y mercado

En la lista de cosas que el gobierno no debe hacer, debe haber un lugar para la compra de bonos corporativos de 750 mil millones de dólares que está programada para comenzar este mes.

Como muchos predijeron, las cifras de empleo de abril fueron las peores registradas desde que el gobierno de los EEUU comenzó a hacer estas estimaciones en 1939.

En las últimas semanas, hemos estado vigilando el total de muertes semanales según lo reportado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Las muertes semanales, a diferencia de los totales de muertes de COVID-19, proporcionan un contexto necesario.

David Flattum por correo electrónico señala que en la película La gran apuesta, se dice que cada aumento del 1 por ciento en la tasa de desempleo está asociado con cuarenta mil muertes.

La Reserva Federal continúa en modo de pánico: sólo tira todo el dinero que puedas al problema, y espera lo mejor. No hay un final a la vista.

En un mundo en el que la izquierda ha declarado que todo, desde el aborto hasta los medios sociales, es un derecho humano, es descorazonador, por decir lo menos, que tantos que se consideran a sí mismos como «progresistas» hayan abrazado la violación al por mayor de un derecho humano real: a saber, el derecho a buscar empleo.

Lo que importa para el mercado de valores no es el estado de la economía real como tal, sino el estado de la liquidez monetaria.

Debemos crear ingresos para crear salud. Si destruimos los ingresos, destruiremos la salud. Pero para generar ingresos, debemos producir bienes y servicios.

La reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de abril no ofreció muchas sorpresas y la tasa de los fondos federales objetivo se mantuvo sin cambios en 0 a 1/4 por ciento.

Las imágenes de la BBC de la India muestran el número de víctimas humanas de la paralización por el coronavirus. Los americanos deberían tomar nota, y pronto.