Los informes de Harvard y Yale revelan que cerca del 80% de los estudiantes de ambas instituciones reciben As, con notas medias que alcanzan 3,7 en Yale y 3,8 en Harvard.
Se trata de una tendencia que se ha extendido a lo largo de décadas y de la enseñanza superior en general. Aunque en 2020 se produjo un gran salto en la proporción de calificaciones A, la inflación de calificaciones se viene produciendo desde hace mucho tiempo. En los 1960, la media de las notas académicas era de alrededor de 2,5 y la mayoría de los estudiantes obtenían Cs. Los incentivos del servicio militar obligatorio para la guerra de Vietnam provocaron un aumento espectacular de la nota media en la década de 1970, pero la tendencia ha continuado desde entonces.
Gráfico 1: Nota media en las universidades de cuatro años de EEUU
Fuente: Rojstaczer y Healy (2010), «Grading in American Colleges and Universities», Teachers College Record, gráfico 1.
Aunque los datos anteriores terminan en 2010, el artículo de The Yale Daily News contiene un gráfico de la proporción de calificaciones con letras en Yale desde entonces.
Figura 2: Distribución de las calificaciones en Yale, 2010-2023
Fuente: Ray Fair, «Grade Report Update: 2022-2023», tabla 1. Obtenido de Gorelick, «Faculty report reveals average Yale College GPA, grade distributions by subject», Yale Daily News, 30 de noviembre de 2023.
La inflación de notas dificulta a los empresarios la contratación basada en el rendimiento académico. Los estudiantes se están dando cuenta de ello y utilizan otros métodos para destacar entre sus competidores en el mercado laboral. Los sobresalientes en instituciones como Harvard y Yale no bastan para indicar productividad a los posibles empleadores.
Sin embargo, hay grandes disparidades entre campos. El informe de Yale muestra que asignaturas como «Estudios de Género y Sexualidad de la Mujer» (92,06% de As) y «Etnicidad, Raza y Migración» (85,43% de As) obtienen las mejores notas en mucha mayor medida que asignaturas como economía (52,39%) y matemáticas (55,18% de As).
Lee el artículo del Yale Daily News aquí y el del Harvard Crimson aquí.