Hay mucha más gente en la avenida principal que miembros del Congreso o de la Reserva Federal, pero por razones inexplicables estos pocos tienen control, poder y capacidad de decisión sobre las vidas de los muchos. El Congreso puede legalmente cobrar impuestos y gastar. La Reserva Federal puede legalmente crear dólares estadounidenses y comprar activos reales virtualmente sin costo alguno. Estos poderes permiten a este pequeño grupo de individuos afectar las vidas de cientos de millones de estadounidenses, sino de todo el planeta, al involucrarse en actividades que si fueran hechas por alguien más se llamarían falsificaciones.
Por ejemplo, el Wall Street Journal señaló que el Secretario Mnuchin tiene la esperanza de que entre el 20 de julio y el final del mes se dé a conocer un nuevo paquete de estímulo económico:
El Sr. Mnuchin dijo que la administración apoya una segunda ronda de los llamados pagos de impacto económico a los hogares, una ampliación de las prestaciones de desempleo mejoradas para los trabajadores con permiso de ausencia y una versión «mucho, mucho más específica» del Programa de Protección de Cheques de Pago de préstamos condonables para pequeñas empresas.
Se estima que Mnuchin, un hombre que puede ser todavía irreconocible para la mayoría de los que no siguen el teatro político, tiene un valor neto de alrededor de 400 millones de dólares. Su papel como jefe del Tesoro y principal asesor económico de Trump parece requerir que «planifique» para los de la avenida principal.
En cuanto a la próxima iteración del Programa de Protección de Cheques de Pago, ¿cuánto más «dirigido» será? Bueno, eso depende de aquellos que deciden nuestro futuro sin nuestro consentimiento. Pero como todos los planes mejor diseñados del gobierno, el programa sólo tendrá un alcance mayor. Mnuchin lo mencionó el mes pasado:
Antes de que nos apresuremos a volver y gastar más dinero, ya sea un trillón de dólares o más, queremos asegurarnos de que somos cuidadosos en saber cuánto más necesitamos gastar.
Es increíble que vivamos en un mundo en el que un funcionario no elegido tiene el poder de decidir dónde se gastan los billones de dólares, con crédito suministrado por bancos centrales bien invertidos y utilizando cálculos económicos conocidos sólo por unos pocos privilegiados. Mientras que es fácil señalar a los planificadores centrales de los EEUU y su falta de competencia en economía, este predicamento no se limita a los Estados Unidos.
Según Forbes, el Banco Central Europeo (BCE) está dirigido por la segunda mujer más poderosa del mundo. Al igual que Mnuchin, Christine Lagarde no fue elegida por el pueblo, pero está encargada de la política monetaria de todo el continente. La CNBC compartió recientemente una entrevista en la que Lagarde proclamó:
«Quiero explorar todas las vías disponibles para combatir el cambio climático... Esto es algo que sostengo con mucha fuerza».
Lagarde añadió que el banco «tiene que mirar todas las líneas de negocio y las operaciones en las que estamos involucrados para hacer frente al cambio climático, porque al final del día, el dinero habla».
Este mismo BCE está actualmente embarcado en un programa de activos de 1,35 billones de euros, ¡además de su programa de compra de bonos de 20.000 millones de euros al mes!
Si te sirve de consuelo, Mnuchin no está utilizando su banco central para hacer frente al cambio climático. Desgraciadamente, si él quisiera, y el Tesoro o la Reserva Federal hicieran un mandato, nada podría detenerlos.
Cuando los ricos y poderosos buscan planear para aquellos en una posición socioeconómica mucho más baja que la suya, en lo que respecta a la política monetaria, si sus intenciones son ayudar genuinamente a los necesitados o simplemente controlar a las masas es en realidad irrelevante. Conocemos el resultado. Comienza con una crisis, involucra la intervención del gobierno, y termina con la Reserva Federal poseyendo activos reales. Para sorpresa de nadie, la gente que se supone se beneficia más de la intervención encuentra que se benefician menos.
Para los que recuerdan, la Gran Recesión fue el precursor de la propiedad de la Fed de nuestras hipotecas. Ahora son dueños de nuestros bonos. En Europa, los bancos centrales están encargados de luchar contra el cambio climático. Ya hemos predicho esto varias veces y vale la pena repetirlo: un día, con esta progresión, serán oficialmente dueños de nuestra propia bolsa de valores. Algunos lo llaman política; nosotros lo llamaremos lo que es... ¡robo!