En Austria, difícilmente ningún otro economista ha alcanzado el mismo tipo de fama que Böhm-Bawerk. Y no ha habido ningún otro con el que hayan tenido contacto tan grandes partes de la población, aunque es verdad que en un sentido muy trivial: su retrato adornaba el billete de cien chelines que estuvo en circulación de 1984 a 2001. Eugen von Böhm-Bawerk fue considerado en muchos aspectos una excepción también en círculos profesionales: fue uno de los economistas más citados de su tiempo, obtuvo una excelente reputación internacionalmente, enseñó en la mayor facultad de leyes del mundo y más de una vez ocupó el cargo de ministro de finanzas de una gran potencia europea. Junto con Carl Menger y Friedrich von Wieser, constituyó el triunvirato fundador de la escuela austriaca. El economista Ewald Schams, antiguo oficial militar, recordaba una gloriosa «campaña» caracterizada por «una cooperación armoniosa y una total unidad táctica». Menger había «declarado el principio fundamental», Wieser había proporcionado la «estructura factual» y Böhm-Bawerk había asumido la «tarea de pelear»: «Fue el soldado de la causa de la teoría moderna» (Schams 1926, pp. 435–436).
Tercero de cuatro hermanos, Eugen Böhm nació en Brünn en 1851.1 Su padre fue hecho caballero (como Ritter von Bawerk) en 1854 cuando era vicepresidente del gobierno moravo. Tras la temprana muerte de su padre, Eugen, entonces con sólo seis años, se mudó con su madre a Viena. Allí conoció a Friedrich von Wieser, con quien tendría una amistad durante toda su vida, cuando acudía al Schottengymnasium vienés. Los dos amigos siempre buscaron superarse uno a otro en la escuela y más tarde se graduaron a la vez como licenciados en leyes (Tomo 1994, pp. 29–30). Tras su graduación, Böhm-Bawerk se unió al Departamento de Finanzas de la Baja Austria.
Con la ayuda de Carl Menger, los dos amigos recibieron becas de dos años para estudiar en las universidades de Heidelberg, Leipzig y Jena en 1875. En Heidelberg, Böhm-Bawerk se ocupa por primera vez —en un ensayo para seminario— del tema que le ocupará el resto de su vida: la relación, en economía, entre el presente y el futuro (Böhm-Bawerk 1891/1930, p. 237 n. 1). Un año después, puso por escrito el «prototipo de su posterior teoría del agio» (Tomo 1994, pp. 49–51). Tras volver a Viena, continuó trabajando en el departamento de finanzas y fue el primero de los alumnos de Carl Menger en recibir su habilitación por Rechte und Verhältnisse vom Standpunkt der volkswirtschaftlichen Güterlehre (Derechos de indemnización desde el punto de vista de la economía – 1881). En el mismo año, el joven profesor y funcionario se casó con la hermana de su amigo, la Baronesa Paula von Wieser. El matrimonio, descrito como armonioso, no tuvo hijos (Schumpeter 1925, p. 67). En 1882, se encargó a Böhm-Bawerk de dar un curso de economía en la Universidad de Innsbruck. Comparada con Viena, entonces la quinta ciudad más grande del mundo, la Universidad de Innsbruck, que tenía la facultad de leyes más pequeña (con alrededor de 200 alumnos y 16 profesores) de la monarquía austriaca (Pliwa 1908, nos. 9, 45), no parecía un paso atractivo para su carrera. «Sentenciado a Chernivtsi, perdonado a Innsbruck» era un dicho que se utilizaba entonces en los círculos universitarios de Viena. Sin embargo, los años de Innsbruck fueron «los más felices de su vida» (Kamitz 1956, p. 53) para el radiante entusiasta del Tirol.
En seguida fue nombrado profesor interino (y en 1884, titular). Ese mismo año vio la publicación de Geschichte und Kritik der Kapitalzinstheorie (Historia y crítica de la teoría del interés, volumen 1 de Capital e interés, 1890), en la que «diseccionaba en la práctica todas las teorías del interés del capital (…) con tremendo rigor y astucia» (Schumpeter 1925, p. 69). Aunque se anunció, el segundo volumen se retrasó, siendo una razón la elección de Böhm-Bawerk como decano de la facultad. Otra fue que combinar la teoría del valor subjetivo con su teoría del capital resultó ser bastante difícil. Como una especie de estudio preliminar, publicó un ensayo en dos partes acerca de la teoría del valor subjetivo en Conrads Jahrbücher en 1886. Se modificaría ligeramente e incluiría en el ya prometido segundo volumen, la Positive Theorie des Kapitals (1889a). Con esta presentación trabajada y fácil de leer, Böhm-Bawerk fue capaz de distinguirse como el «paladín de la nueva dirección» e hizo una contribución crucial para la posterior promulgación de la escuela austriaca (Schumpeter 1925, p. 68). Los dos volúmenes (Geschichte und Kritik der Kapitalzinstheorie y Positive Theorie des Kapitals), publicados varias veces bajo el título único de Kapital und Kapitalzins, se tradujeron al inglés y establecieron la «reputación internacional» de Böhm-Bawerk (Schumpeter 1914b, p. 460). Ésta aumentó aún más por la animada controversia y la polémica: Böhm-Bawerk luchó simultáneamente en cuatro frentes académicos: contra la teoría de la Escuela Histórica, contra la teoría marxista de la explotación, contras diversas teorías del valor costo y contra los esfuerzos que hacían algunos por demostrar que la escuela austriaca no asumía ninguna responsabilidad sociopolítica.
Los intentos de Böhm-Bawerk de volver a la docencia en Viena y ser el sucesor de Lorenz von Stein o Lujo Brentano, fueron vanos (Tomo 1994, pp. 157-162). Finalmente obtuvo un puesto en el Ministerio de Finanzas, que en ese tiempo empleaba a sólo 121 funcionarios y 67 asesores (Kamitz 1956, p. 58). Una de las primeras tareas fue reavivar la preparación abandonada de una reforma fiscal completa. Böhm-Bawerk continuó siendo funcionario hasta 1904; fue tres veces Ministro de Finanzas (1895, 1897-1898, 1900-1904) y en 1899 se le concedió ser miembro perpetuo de la Herrenhaus. Aparte de trabajar en la reforma fiscal de 1886, en el curso de la cual se introdujo un impuesto progresivo de la renta no superior al 5% (RGBl 1896, nº 220, §172),2 también consiguió reducir la carga de intereses del gobierno convirtiendo deuda pública (Weiss 1924/1925, vol. 1, p. v). Para Böhm-Bawerk, un presupuesto equilibrado era de particular importancia porque creía que era lo único que aseguraba la estabilidad del valor monetario. No renunció a usar todos los trucos de un burócrata experimentado para bloquear la búsqueda de prebendas y proyectos motivados políticamente a los que les faltaba la garantía de financiación, como una red de canales navegables para toda la monarquía (Gerschenkron 1977, pp. 81, 120–127). Su lema era que un ministro de finanzas debería estar siempre preparado para dimitir, pero al mismo tiempo debería comportarse siempre como si su deseo fuera no dimitir nunca (Schumpeter 1925, p. 79). Renunció definitivamente al cargo en 1904, cuando las excesivas demandas de los militares amenazaron finalmente con estirar el presupuesto.
Además de su trabajo en la administración, Böhm-Bawerk dedicaba dos horas diarias a la investigación mantenía lazos cercanos con la Universidad de Viena, inicialmente como examinador y después de 1891 como profesor honorario. En 1892 contribuyó a la fundación de la revista Zeitschrift für Volkswirthschaft, Socialpolitik und Verwaltung (Revista de Economía, Política Social y Administración) y también desempeñó un papel importante y esencial en la Gesellschaft Österreichischer Volkswirte (Sociedad de economistas austriacos). Después de dimitir como ministro por tercera vez, aceptó una plaza de profesor creada especialmente para él. Las lecciones de Böhm-Bawerk eran «obras maestras» gracias tanto a «su completa claridad sistemática como a presentación tranquila, considerada y uno podría decir que intelectualmente optimista» (Engel-Janosi 1974, p. 37). Entre aquéllos que se unieron posteriormente en sus clases, en las que prevalecía un espíritu de discusión inusualmente abierto (Mises 1978/2009, p. 32), hubo hombres tan eminentes como Ludwig von Mises, Franz Weiss, Richard von Strigl, Felix Somary, Emil Lederer, Rudolf Hilferding, Otto Bauer, Nikolai Bujarin y Joseph Schumpeter (Hülsmann 2007a, p. 145). En general, Böhm-Bawerk aparecía como una persona algo formal, pero empática y afectuosa (Hennings 1997, p. 19). El «economista político» (Hülsmann 2007a, p. 150), en el verdadero sentido de la palabra. Que desde 1911 en adelante actuó como presidente de la Kaiserliche Akademie der Wissenschaften (Academia Imperial de Ciencias) murió a los 63 años estando de vacaciones en Kramsach, en el estado de Tirol, en agosto de 1914.
Este artículo se ha extraído de The Austrian School of Economics: A History of Its Ideas, Ambassadors, and Institutions (2011). Un archivo audio MP3 de este artículo, narrado por Paul Strikwerda, está disponible para descargar.