Que una persona en Suecia se haya tomado el tiempo para escribir un artículo dándole las gracias a Sr. Helio Beltrao, que es el fundador de Mises Brasil, puede que le choque al lector, y de esta manera uno se llegue a preguntar «qué relación existe entre Sr. Beltrao y un país que se encuentra en el otro lado del globo, con un ambiente que sólo se puede definir como el opuesto de Brasil (tanto en relación con el clima como con la gente), y que dispone de una de las mayores tasas impositivas, y la reputación de poseer el estado del bienestar con más éxito, del mundo (por no decir el único)».
La pregunta está totalmente justificada, así que permítanme que la responda.
Todo esto empezó en un autobús que se dirigía desde Madrid a Salamanca. Era octubre del 2009, y el Instituto Mises, en conjunción con el Instituto Juan de Mariana, había organizado una conferencia en Salamanca titulada «El Nacimiento de la Teoría Económica».
Tal y como explicó Rothbard en su excelente trabajo de dos volúmenes An Austrian Perspective on the History of Economic Thought, Salamanca fue famosa entre 1400 y 1500 gracias a sus escolásticos, como el padre Juan de Mariana. Los escolásticos de Salamanca se encontraban entre los primeros intelectuales dedicados al estudio de problemas económicos, y sucede que estos también fueron los primeros adalides de la escuela austriaca de economía. Fue en Salamanca que la escuela austriaca, o en verdad «la ciencia económica», vio la luz por primera vez. Después de 500 años más o menos tras este «Siglo de Oro», Salamanca se convirtió una vez más en el lugar de nacimiento de otra cosa, algo que sin embargo era mucho más pequeño y con mucha menos importancia. Se trata del lugar de nacimiento del Instituto Mises Suecia, algo que nunca se habría dado sin la inspiración y ánimo del Sr. Beltrao.
Como breve introducción a esta historia, diré que Joakim Fagerström y este mismo servidor (que juntos hemos sido definidos por Sr. Beltrao como la mafia sueca) ya nos conocíamos del trabajo desde hace un año e hicimos amistad. Ambos estábamos bastante interesados en las ideas libertarias y el pensamiento económico, y teníamos el deseo de «hacer algo» para «contrarrestar la balanza». Ambos sentimos que Suecia necesitaba algo así de forma desesperada, y como el bloguero sueco libertario más famoso se había ido a trabajar a la Unión Europea (a la cual éste se refiere de forma cariñosa como «la Estrella de la Muerte») se dio un vacío en el medio que había que rellenar. Se dice que la Naturaleza detesta el vacío, así que ambos sentimos la necesidad de montar algo para rellenarlo.
Al principio teníamos muchas ideas, y es ahora que puedo decir en retrospectiva que se trataba de ideas horribles que no nos habrían llevado a nada. Sin embargo, la idea de hacer algo nos llamó bastante, y fue ese día, durante el 2009, en el autobús de camino a Salamanca, que conocimos al Sr. Beltrao.
Joakim, otro amigo y yo nos encontrábamos en el autobús, situados dos filas más allá de dos brasileños que hablaban un idioma que no pudimos comprender. Se trataba del Sr. Beltrao y Fernando Ulrich, que por aquel entonces se encontraban estudiando el Máster de Economía Austriaca con el profesor Huerta de Soto. Enseguida mantuvimos una conversación, y en breve nos dimos cuenta de que el Sr. Beltrao era el fundador del Instituto Mises Brasil. Éste empezó explicándonos lo que se hizo en el Mises Brasil, cómo lo lograron, etc., y todos llegamos a escucharle con bastante atención.
Llegados a un punto, me di la vuelta para mirar a Joakim y dije que esto era precisamente lo que deberíamos hacer en Suecia. El único problema es que nadie tenía ni idea de cómo hacerlo. Maldita sea, ¿se podría siguiera empezar con un centro de estudios? ¿Cómo podríamos hacer tal cosa? Así que decidimos preguntarle al Sr. Beltrao, el cual nos dió la mejor respuesta posible:
Éste dijo: «simplemente háganlo».
Y si, en verdad fue así de simple. Se trata de motivarse, empezar a trabajar e imaginarse el resto mientras sucede. Se trataba de algo que era simple y emocionante al mismo tiempo.
Durante la conferencia de Salamanca, que incluía, entre otros, a conferenciantes como Hans-Hermann Hoppe y Walter Block, tuvimos muchas más conversaciones, unas más serias que otras. Durante estos encuentros ya teníamos un plan en marcha. No sólo parecía posible su realización, sino necesario. Se trataba de algo que simplemente había que hacer, y que de forma definitiva podía realizarse.
De regreso a Suecia, nos pusimos a trabajar ya desde la llegada. Comenzamos a traducir artículos y a diseñar una página web, y a los cuatro meses más o menos de nuestro primer encuentro en Salamanca, creamos el Instituto Ludwig von Mises Suecia.
Los costes fueron bajos, el trabajo se había hecho (y se seguiría haciendo), y el momento fue el adecuado.
No teníamos muchas esperanzas. Teniendo en cuenta que Suecia es un país muy pequeño, con una tradición socialista de peso (más de 80 años de gobierno socialdemócrata sin interrupción), y donde incluso la derecha puede considerarse como la más socialista del mundo, el pronóstico de visitas esperado era de unas 40 ó 50 personas.
Sin embargo, en sólo un mes, ya teníamos a más de 100 individuos visitando la página al día. Esto era más de lo que se podía esperar, y cuando vimos que los números iban en aumento, aunque lentamente, esto nos inspiró para continuar. Hasta la fecha, después de más de un año en existencia, hemos logrado, entre otras cosas:
- Publicar más de 150 artículos, e incontables publicaciones en el blogs.
- Una serie de lecturas organizadas en el Royal Institute of Technology estructuradas en cuatro partes, de dos horas cada una, sobre economía. tituladas Econ101.
- Un seminario frente al Finance Regulatory Committee donde hablamos de la banca y el sistema monetario.
- Un puñado de conferencias sobre la libertad, economía y el entorno.
- La adquisición del manuscrito y el derecho a publicar Economic Policy de Mises (que creo es el primer libro que publicaron en el Mises Brasil).
- La traducción de otros dos libros que se encuentran en espera de publicación.
- La adquisición de los derechos de reedición de otros tres libros por parte de Mises y Hazlitt.
- Fuimos parte organizadora del primer Freedomfest de Suecia, donde recibimos a más de 100 visitantes.
Algo que debería mencionarse antes de continuar es que nada de esto habría sido posible si no hubiera sido por la actitud totalmente generosa del Instituto Mises, que permite que cualquiera, en cualquier lugar, use y publique los materiales que quiera.
Antes de comenzar, tuvimos varias conversaciones con Jeffrey Tucker sobre esto, y nos sorprendió su gran generosidad y actitud abierta. Él entendió bien la importancia de promover ideas de una manera completamente descentralizada. Por supuesto, sin esta actitud no habríamos podido estar donde estamos en la actualidad, y a escala global, ya se puede ver el impacto provocado por esta actitud. Cuando empezamos con el Mises Suecia, ya había otros 5 institutos Mises por todo el mundo, y hoy por hoy, un año y medio después, ya hay unos 20. La estrella de mar austrolibertaria está aquí para quedarse.
Hoy por hoy, disponemos de un promedio de visitas de 200 ó 300 personas todos los días. Puede que esto no parezca gran cosa, pero tal y cómo Lew Rockwell dijo en una ocasión, dado el estado de la opinión pública actual, se hace fácil marcar la diferencia. Yo no sé si se tratara o no de una gran diferencia, pero se trata de una clara.
Gracias a la inspiración continua y apoyo por parte del Sr. Beltrao, el futuro de la libertad en Suecia parece prometedora, y esperamos con entusiasmo lo que el futuro nos pueda traer. Es cierto que se podrán dar tiempos duros, pero esto no hace sino que nuestro trabajo sea todavía más importante. Tal y como Hoppe dice, la historia se determina en última instancia por las ideas, tanto si son buenas como falsas; y las ideas, al menos en principio, pueden cambiar de forma radical. Esta es la razón de que uno no pueda quedarse corto a la hora de subrayar la importancia de educar a la gente en estas ideas sobre la paz, la cooperación y la cordura en el pensamiento económico cuando se atraviesan tiempos difíciles.
Tal y como Mises dijo de forma tan elocuente,
Todo el mundo lleva en sí una parte de la sociedad sobre los hombros; a nadie se le exime de su parte de responsabilidad para con los demás. Y nadie puede situarse en lugar seguro si la sociedad se dirige hacia la catástrofe. Por lo tanto, es tarea de todo el mundo el esmerarse a la hora de librar esta batalla intelectual. Aquí no parece posible quedarse en el margen y sin preocupación alguna, pues el resultado de la misma afecta a todo el mundo. Tanto si uno lo elige como si no, nos encontramos arrojados de lleno en la gran batalla de la historia, la batalla decisiva en la que nos sumerge cada época.
No cabe duda de que el Sr. Beltrao está aportando su parte. Él representa una luz resplandeciente dentro del movimiento libertario, y yo me considero afortunado por poder contarlo entre mis amistades.
La caricatura que se hace del amante de la libertad orientada hacia la libertad de mercado es la de un ser sin corazón y avaricioso que no se preocupa por nadie más que por sí mismo, y al que sólo le interesa el progreso, el progreso y el progreso. Sr. Beltrao no podría hallarse más alejado de esta imagen grotesca. Se trata de una persona realmente genuina y con un gran corazón, que siempre dispone de una sonrisa y que posee una pasión sin igual por la justicia y la humanidad en su totalidad.
También se trata de un buen amigo.
Es así que te doy las gracias Helio, mi buen amigo, por ser una fuente de inspiración continua para mí y todos los que vivimos aquí en Suecia. Todos nosotros te saludamos y damos las gracias por tus primeros 1000 artículos. Brindemos juntos para que se den otros 1000.
Y como decimos en Suecia, hipp, hipp, ¡hurra!
En libertad,
Mises Suecia
[Este artículo fue publicado originalmente por Mises Brasil, 2011].