Al personaje Mike Campbell de la novela de Ernest Hemingway El sol también sale, de 1926, le preguntaron por sus problemas de dinero y respondió con una vívida descripción que abarcaba la autocontradicción: «’¿Cómo te arruinaste? preguntó Bill. De dos maneras, respondió Mike. Gradualmente y de repente’».
Los bajos tipos de interés durante más de una década mantuvieron a los ineficientes e incompetentes en el negocio. El fin de semana del Día de la Madre se produjo una masacre empresarial que provocó la bancarrota de siete corporaciones, cada una de ellas con un pasivo de nueve cifras o más; en cuatro casos, con un pasivo de más de mil millones de dólares cada una.
Este cúmulo de grandes quiebras ocurridas en menos de cuarenta y ocho horas es el mayor desde 2008. Libby Cherry escribe para Bloomberg (reproducido en Time): «Las firmas de todos los sectores están luchando con el aumento de los costes de los intereses, lo que hace más difícil refinanciar préstamos y bonos, mientras que los ejecutivos corporativos están atrayendo más escrutinio de los inversores y acreedores».
Las reestructuraciones corporativas abarcan una amplia gama de negocios: Vice Media Group, Envision Healthcare, respaldada por KKR, la empresa de seguridad Monitronics International, el productor químico Venator Materials Plc, el productor de petróleo Cox Operating, la empresa de protección contra incendios Kidde-Fenwal y la biotecnológica Athenex.
Lo único que estas firmas tenían en común era mucha deuda que era inservible con los tipos de interés más altos de hoy en día. Murray Rothbard escribió en America’s Great Depression:
El problema del ciclo económico es un problema de auge y depresión general; no es un problema de explorar industrias específicas y preguntarse qué factores hacen que cada una de ellas sea relativamente próspera o deprimida. . . . Lo que intentamos explicar son los auges y caídas generales de los negocios.
Al considerar los movimientos generales en los negocios, es inmediatamente evidente que tales movimientos deben ser transmitidos a través del medio general de intercambio: el dinero.
Si no le han quitado el sueño estas quiebras corporativas o ha estado felizmente desprevenido, el índice semanal de tensión financiera de la Reserva Federal de San Luis está con usted, midiendo la ausencia de tensión. Por encima de cero en el índice significa que hay estrés en el mercado - cuando Silicon Valley Bank quebró, el índice saltó a 1,54. Cero significa condiciones de mercado normales, y una lectura negativa indica una tensión inferior a la media. Actualmente, el índice es negativo.
Las bancarrotas corporativas, el enfrentamiento por el techo de la deuda, las quiebras bancarias... nada que ver. Proporcionando contexto, Wolf Richter escribe que «Durante la Crisis Financiera, justo después de la quiebra de Lehman, el índice se disparó a +9,25, por lo que es aproximadamente seis veces el valor durante el colapso del SVB (+1,54)».
Con todo tan tranquilo, no es de extrañar que los jefes de la Reserva Federal afirmen tener las narices metidas en la piedra de afilar de la inflación. El presidente no votante del Banco de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, declaró a Michael McKee, de Bloomberg, que quiere reducir la inflación. «Y si más aumentos [de los tipos de interés] son lo necesario para lograrlo, me siento cómodo haciéndolo».
La presidenta del Banco de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, otra no votante, pero que habla con frecuencia, dijo que la Reserva Federal puede «hacer su parte» frenando la inflación.
Por supuesto, como explicó Rothbard, la Fed en realidad crea inflación, en lugar de frenarla. Sin embargo, unos tipos de interés más altos significarán una cosecha abundante de bancarrotas.
Informa TheStreet:
Los datos más recientes de S&P muestran que las bancarrotas corporativas en 2023 aumentan a un ritmo alarmante. Los datos muestran que se registraron 236 quiebras hasta finales de abril de 2023 (en el mismo periodo del año pasado se habían registrado 109). UBS también descubrió en un estudio reciente que las quiebras por valor de 10 millones de dólares o más tenían una media móvil de unas 8 por semana.
Se ha hablado mucho de la «burbuja de todo». Quizá ahora incluya las bancarrotas, gradualmente, y luego de repente.
