Un requisito de presupuesto equilibrado no es ni necesario ni suficiente para una buena política fiscal.
Si queréis pruebas de esa afirmación, fijaos en estados como Illinois, California y Nueva Jersey. Todos tienen disposiciones contra los números rojos, pero cada año hay más gasto (y más deuda). También hay normas contra el déficit en naciones como Grecia, Francia e Italia y esos países no son precisamente ejemplos de disciplina fiscal.
El verdadero patrón oro para una buena política fiscal es mi Regla de Oro. Y la mejor manera de asegurarse de que el gobierno no crece más rápido que el sector privado es tener una norma constitucional que limite el crecimiento del gobierno.
Por eso soy una gran fan del “freno de la deuda” en la constitución de Suiza y el Artículo 107 en la constitución de Hong Kong.
Y también por eso los 49 otros estados, suponiendo que quieran una norma fiscal eficaz, deberían fijarse en la Declaración de Derechos del Contribuyente (TABOR) de Colorado
El Independence Institute de Colorado tiene un estudio muy informativo de cómo funciona la TABOR y el grado en que ha sido eficaz. He aquí una buena descripción del sistema:
Los votantes de Colorado adoptaron la Declaración de Derechos del Contribuyente en 1992. La TABOR permite que el gasto público aumente cada año a un ritmo de inflación más población. El gobierno puede aumentar más rápido cuando lo consientan los votantes. (…) La Declaración de Derechos del Contribuyente requiere los ingresos extraordinarios del gobierno sean devueltos a los contribuyentes, salvo que estos voten dejar al gobierno quedarse con el ingreso.
Y estos son los titulares de los resultados.
En cifras acumuladas, las devoluciones de la TABOR han sido de más de 800$ por habitante de Colorado, o 3.200$ para una familia de cuatro. (…) Si el gobierno de Colorado hubiera continuado creciendo al mismo alto ritmo (un 8,56 de tipo compuesto anual) como en 1983-92, el ciudadano medio de Colorado habría pagado 442$ adicionales en impuestos en 2012. El ahorro acumulado de dos décadas por ciudadano es de 6.173$, o más de 24.000$ para una familia de cuatro.
Sin embargo, el estudio señala que la TABOR fue más eficaz en sus primeros 10 años. Fue menos eficaz en su segunda década porque los votantes aceptaron un “tiempo muerto TABOR” como parte del Referéndum C en 2005.
La última década incluyó el mayor incremento fiscal en la historia de Colorado, aprobada como el Referéndum C en 2005. La 2ª década también estuvo marcada por los crecientes intentos de eludir la TABOR al definir casi el 60% del presupuesto estatal como “exento” de la TABOR. El rápido crecimiento público se reanudó en la 2ª década, principalmente debido al Referéndum C.
Este gráfico del estudio muestra que los resultados fueron mucho mejores durante la primera década de la TABOR:
This chart from the study shows that outcomes were much better during the first decade of TABOR.
Pero una TABOR debilitada es mejor que nada. Esta es la conclusión del informe:
La enmienda de la Declaración de Derechos del Contribuyente ha funcionado bien para lograr su intención declarada de “ralentizar el crecimiento público”. Aunque el gobierno ha continuado creciendo notablemente más rápido que el tipo de población más inflación, la Declaración de Derechos del Contribuyente sí disminuyó parcialmente el exceso de crecimiento público. (…) En términos de vitalidad económica, la 1ª década de Colorado fue mejor para Colorado. Al contrario que la década anterior a la TABOR y la 2ª década de la TABOR, con su aumento record en impuestos y gasto, debido al Referéndum C. La primera década de la TABOR vio cómo la economía del estado superaba con mucho a la economía nacional.
Pero recordad que las ganancias económicas se produjeron en la primera década.
La conclusión es que los topes de gasto son como los límites de velocidad en las zonas escolares. Si se establecen demasiado altos, no valen para el propósito.
Y en Colorado, el voto a favor del Referéndum C permitió un aumento en el gasto que hacía de la TABOR una burla.
Pero solo temporalmente, y esa es la razón por la que el periodo se conoció como el “tiempo muerto TABOR”. Las normas de nuevo limitaban el crecimiento del gasto a la población más la inflación.
Por ejemplo, la TABOR hacía difícil a los políticos del estado gastar los ingresos fiscales adicionales producidos por la legalización de la marihuana.
No hace falta decir que la masa política odia tener sus manos atadas. Por eso los lobbies a favor del gasto están reclamando tragarse la TABOR de nuevo. Aquí hay un clip de un informe de un noticiero local que explica muy bien la pelea actual.
La batalla empezó en realidad hace un par de años. He aquí algunos extractos de un informe de 2016 de Associated Press:
En 2030, la población de colorado crecerá de 5 a 7 millones de personas, gracias en parte a una economía fuerte y diversa, la famosa calidad de vida de las Montañas Rocosas del estado y sus bajos impuestos constitucionalmente ordenados. (…)
El gobernador demócrata del estado, John Hickenlooper, está tratando de encontrar maneras de conseguir del presupuesto más ingresos para carreteras, mientras los republicanos no quieren tocar la famosa enmienda constitucional de 1992 conocida como TABOR y que mantiene un férreo límite sobre esos impuestos. (…) Bajo la TABOR, los votantes deben aprobar cualquier aumento o fiscal estatal y local. A los demócratas le sigue escociendo una sonora derrota de una iniciativa de referéndum en 2013 para conseguir 1.000 millones de dólares para las escuelas.
Me hace gracia el hecho de que el pasaje anterior empieza señalando que el estado tiene una economía “fuerte”. Pero es una pena que el reportero no sume dos más dos y no se dé cuenta de que la TABOR merece parte del crédito.
Igualmente, este pasaje siguiente cita a un izquierdista que reconoce el crecimiento en el estado, pero simula que es exógeno, como el tiempo.
Los progresistas piensan que esa es una receta para el desastre, especialmente en un estado en crecimiento. “Lo que tenemos que dejar de hacer es enfrentar prioridades necesarias como carreteras a otras prioridades necesarias como escuelas y universidades”, dice Tim Hoover, portavoz del Colorado Fiscal Institute, que está a favor de desmantelar la enmienda. “La TABOR nos obliga a hacer eso”. Hasta ahora la masa a favor de los impuestos bajos va ganando. Incluso Hickenlooper reconoce que no hay un ansia popular por aumentar los impuestos y sus esperanzas de cambiar la clasificación de una tasa oculta en el presupuesto para liberar ingresos recibe la oposición de los republicanos (…) Los republicanos dicen que el problema es el creciente gasto de Medicaid. Colorado, que expandió el programa bajo la Ley de Atención Asequible, está gastando aproximadamente 2.500 millones de dólares en el plan de atención sanitaria.
Advertid que los críticos de la TABOR protestan porque diversos grupos de interés tengan que competir por dinero.
Pero es precisamente por eso por lo que un límite en el gasto es tan deseable. Los políticos se ven obligados a cumplir las reglas aplicables a cada familia y empresa en el estado. En otras palabras, tienen que (¡caramba!) priorizar.
Concluyamos revisando algunos pasajes de un artículo a favor de la TABOR publicados la pasada semana en el periódico Steamboat.
Colorado ha crecido casi dos tercios desde 1992, uno de los aumentos más rápidos en el país. Si eres parte de los más de dos millones de nuevos residentes que han llegado a lo largo de este tiempo, hay algunas cosas que deberías conocer (…) la Declaración de Derechos del Contribuyente es la responsable de buena parte del éxito económico del estado, lo que probablemente que trajo aquí. Entre 1992 y 2016, la renta mediana familiar en Colorado creció en un 30%, ajustada a la inflación. (…) La TABOR ayudó a acabar años de estancamiento económico y sentó las bases para el éxito futuro del estado, manteniendo los recursos en manos de los residentes de Colorado, que podían emplearlos en su uso más valorado y controlar un gasto público demasiado entusiasta. (…) Su requisito de que los ingresos extraordinarios deban de volverse a los contribuyentes ha generado también que se devuelvan más de 2.000 millones de dólares a la economía privada (…) La TABOR ha empoderado a los votantes para rechazar aproximadamente una docena de propuestas de aumentos de impuestos.
Mi parte favorita es aquella en la que citan las críticas, lo que confirma que la TABOR ha tenido éxito.
En un editorial, el Denver Post se quejaba el año pasado: “El poderoso control de la TABOR sobre el gasto público en realidad ha sido un candado para los cordones de la bolsa de la Asamblea General”. Se trata exactamente de controlar el gasto y sigue permitiendo que el gasto aumente en línea con el crecimiento de la inflación y la población. Si el gobierno quiere más dinero, todo lo que tiene que hacer es pedirlo. Pedir consentimiento difícilmente es un “candado”.
Amén. Podríamos usar más candados en el resto del país. La TABOR debería emularse nacionalmente, no emascularse localmente.
PS: Disfrutad de este divertido vídeo del Independence Institute. Muestra a políticos en una sesión de terapia de grupo acerca de la TABOR.
Publicado originalmente en International Liberty.