Los seguidores de la escuela austriaca de economía saben que el término inflación se refiere al aumento de la cantidad de dinero o de sustitutos del dinero. El resultado es una subida del precio de los bienes y servicios o una caída del valor del dinero. Pero, en la era moderna, esta subida de precios se llama inflación y, como escribió Ludwig von Mises, «esta innovación semántica no es en absoluto inocua». El cambio semántico hace que la gente mire a todas partes menos a donde debería para culpar de la subida de los precios.
Enda Curran, de Bloomberg, escribe: «Un prolongado periodo de elevada inflación ha dejado a los consumidores de mal humor y deseosos de echar culpas». Como es evidente que el término inflación empieza a cansar, Curren enumera algunas nuevas palabras y frases de moda sobre el aumento de los precios.
«Reduflación» Esta es la favorita del presidente. Incluso lo mencionó en su discurso sobre el Estado de la Unión. La Casa Blanca publicó en X: «El presidente Biden pide a las compañías que pongan fin a la reduflación». En otras palabras, que vuelvan a meter más galletas en la bolsa o que fabriquen barritas Snickers del mismo tamaño que antes. Incluso el Monstruo de las Galletas de Barrio Sésamo se ha quejado de que sus galletas eran cada vez más pequeñas.
«Precios por goteo» Son las tasas que se añaden por el equipaje cuando vuelas o las tasas de resort que se añaden a la factura del hotel. Las tasas de tramitación y servicio fueron calificadas de tasas basura por el Presidente Biden en el discurso sobre el Estado de la Unión del año pasado, y prometió luchar contra «esos recargos ocultos que demasiadas compañías utilizan para hacerte pagar más.» Como si el empleado del hotel te pusiera una pistola en la cabeza a la hora de pagar.
«Codiciaflación» dice la Sra. Curren «Es una versión moderna de la especulación — «’obtener un lucro irrazonable de la venta de bienes esenciales, especialmente en tiempos de emergencia’». Por supuesto, el precio es la forma en que se distribuyen los bienes durante una escasez o en cualquier otro momento, a diferencia de, como escribió la revista The Economist,« algo peor, como el racionamiento o las colas».
«Excusaflación» Esta suena muy parecida a la ya mencionada «codiciaflación». Curren cita un artículo de Paul Donovan, economista jefe mundial de UBS AG, quien afirma que las economías desarrolladas se encuentran en un periodo «en el que algunas compañías tejen una historia que convence a los clientes de que las subidas de precios son «justas», cuando en realidad encubren una expansión del margen de lucros.» Un panadero de Chicago dijo en un podcast de Bloomberg Odd Lots que las noticias mundiales le permiten subir los precios «sin recibir un montón de quejas de los clientes».
«Inflación de vendedores» Este término se atribuye a Isabella Weber, profesora adjunta de Economía en la Universidad de Massachusetts, que afirma que las grandes corporaciones tienen poder de mercado y «han aprovechado los problemas de suministro como una oportunidad para aumentar los precios y obtener lucros inesperados». Su solución es controlar los precios, lo que provocaría largas colas y racionamiento.
«Desinflación» Los precios suben, pero a una tasa de variación menor.
Desinflación inmaculada. Curren dice que esta es la «noción optimista» de que Jerome Powell y los economistas del Edificio Eccles pueden poner los precios bajo control sin dejar a un montón de gente sin trabajo. La Reserva Federal puede crear dinero rápido o crear dinero lento. Eso es todo lo que tiene. Jerome Powell no es el Geppetto de la economía.
Murray Rothbard explicó de dónde viene la inflación en todas partes y siempre:
La culpa de la inflación no es del «monopolio» empresarial, ni de la agitación sindical, ni de las corazonadas de los especuladores, ni de la «avaricia» de los consumidores; la culpa es de las operaciones legalizadas de falsificación del propio gobierno. Porque el gobierno es la única institución de la sociedad con el poder de falsificar, de crear dinero nuevo. Mientras siga haciendo uso de ese poder, seguiremos sufriendo inflación, incluso una inflación galopante que destruirá por completo la moneda.
La inflación, o como quieran llamarla, no es más que una imposición gubernamental encubierta. Sólo el gobierno puede crear dinero nuevo de la nada y utilizarlo para quitar recursos a los particulares.
