Sí, la otra noche me quede durmiendo
Y desperté de un sueño terrible
Así que cogí a mi amigo Jack Daniel’s
Y su compañero Jimmy Beam
Y bebimos solos, sí
Sin nadie más
Sí, sabes que cuando bebo solo
Prefiero estar conmigo
~George Thorogood
Serví cientos de «Jack and Cokes» cuando atendí un bar desde finales de los 70 hasta mediados de los 80. No entendía cómo alguien podía distinguir entre Jack Daniels Old No. 7 y cualquier otra cosa mezclada con coca-cola o cualquier refresco de cola carbonatado que saliera de la pistola.
Resulta que el Dr. Fauci y el Centro de Control de Enfermedades hicieron un gran favor a Brown-Forman, los fabricantes de Jack, al cerrar América y encerrar a todo el mundo. Más de uno pasó las horas con su viejo amigo Jack Daniels. Puede que la gente tuviera que trabajar desde casa, pero sin el jefe respirándoles en la nuca muchos pensaron «por qué no tomárselo a morro y divertirse». Así el día pasaría más rápido. Además, ningún cliente llamaría a la puerta. Nadie notará la diferencia.
«El fenomenal crecimiento de las ventas que vimos durante la pandemia no tenía precedentes y era imprevisible, pero también insostenible, y ahora el mercado de las bebidas espirituosas se está recalibrando», declaró el mes pasado Chris Swonger, presidente del Consejo de Bebidas Espirituosas Destiladas de los Estados Unidos. Esos cheques de estímulo podrían comprar mucho Jack Daniels, o hacer que el bebedor más frugal pague más por Jack, en lugar de marcas más baratas.
Jennifer Maloney escribe para el Wall Street Journal: «Algunos bebedores de Jack Daniel’s Old No. 7 -a menudo utilizado para preparar el cóctel Jack y Coca-Cola- están cambiando a alternativas más baratas, mientras que otros están cambiando».
La inflación de precios afecta a los consumidores de forma diferente. A los que beben whisky con Coca-Cola les vale cualquiera, pero los que lo toman solo o con hielo pueden gastarse unos cuantos dólares más para disfrutar de la suavidad.
Incluso el bebedor de Jack y Coca-Cola Brian Moran, un alicatador que vive en los suburbios de Chicago, contó al WSJ que un cliente le pagó para alicatar un salpicadero de cocina con cinco botellas más caras de bourbon, entre ellas Stagg, Eagle Rare y E.H. Taylor. «Desde sus primeros sorbos, Moran quedó cautivado», escribe Maloney.
«Ya no conozco a nadie que lo beba», dice sobre Jack Daniel’s Old No. 7, que tiene un precio medio nacional de unos 22 dólares. «Te gastas 10 dólares más y consigues algo que es mucho mejor».
Brown-Forman registró unas ventas desastrosas durante las vacaciones de invierno y la resaca se ha prolongado hasta 2024. «Las Navidades apestaron», dijo el Consejero Delegado, Lawson Whiting, en una llamada con analistas a principios de marzo.
Brown-Forman intenta atraer a los bebedores legales más jóvenes a Jack Daniel’s Old No. 7 con un anuncio de televisión ambientado con la canción de AC/DC «Back in Black». Sin embargo, esa canción fue un éxito hace más de 40 años. Además, la empresa está vendiendo Jack y Coca-Cola en lata, en un intento de atraer a los jóvenes bebedores y a las mujeres. El cóctel en lata contiene aproximadamente un 5% de alcohol, según el mercado. Al parecer, existe una versión sin azúcar. Lo que no parece posible.
El Presidente Campbell Brown, tataranieto del fundador George Garvin Brown, dijo a los inversores que la empresa ha resistido a la Ley Seca y a la Gran Depresión, construyendo de forma constante la marca Jack Daniel’s desde que la adquirió hace casi 70 años.
No se ha informado de si ha dado las gracias al Dr. Fauci.
