El descubrimiento de precios en el sector inmobiliario comercial, que se había congelado mientras los vendedores insistían en los precios de los viejos tiempos de la ZIRP, está empezando a descongelarse. El gigante inmobiliario Related Companies se ha deshecho del inmueble situado en el 321 W. 44th St. de Nueva York por menos de 50 millones de dólares, informa Bloomberg.
No sólo es un descuento del 67% de los casi 153 millones de dólares que Related Fund Management pagó por ella en 2018, sino que los prestamistas, incluido el Canadian Imperial Bank of Commerce, acordaron una «venta corta.» Para aquellos que han olvidado 2008 o eran demasiado jóvenes, una «venta corta» es cuando el prestamista acuerda la venta de una propiedad por menos de la cantidad pendiente de la hipoteca. El propietario lo pierde todo, el prestamista se lleva una gran pérdida. En este caso, los prestamistas quedaron más que reducidos a la mitad, ya que la hipoteca de la propiedad superaba los 100 millones de dólares.
En otra venta reciente de un edificio de oficinas, Blackstone y su prestamista acordaron vender el 1740 de Broadway por 186 millones de dólares. Blackstone Inc. compró el edificio en 2014 por 605 millones de dólares.
Pacific Investment Management Company (PIMCO) espera más quiebras de bancos regionales debido a la «muy alta» concentración de préstamos inmobiliarios comerciales problemáticos en sus libros, informa Bloomberg.
John Murray, jefe del equipo global de bienes raíces comerciales privados de Pimco, dijo a Laura Benítez: «La verdadera ola de angustia apenas está comenzando» para los prestamistas de todo, desde centros comerciales hasta oficinas.
Benítez escribe: «En contra de algunas expectativas del mercado, los bancos más grandes se han estado deshaciendo primero de algunos de sus activos de mayor calidad para evitar pérdidas mayores, según Murray». Eso significa que los bancos están vendiendo sus mejores activos porque pueden recibir precios al menos iguales a los que llevan los préstamos en sus balances. No hay otra razón para vender buenos préstamos que generar liquidez.
«Sin embargo, a medida que los préstamos en dificultades aumenten debido a los vencimientos, esperamos que los bancos empiecen a vender estos préstamos más problemáticos para reducir sus exposiciones a préstamos problemáticos», dijo Murray. Los bancos sufrirán pérdidas cuando vendan estos préstamos, lo que afectará a su capital y, en algunos casos, provocará la quiebra de la entidad.
Benítez puntualiza: «Las turbulencias se han dejado sentir especialmente entre los bancos regionales, que aumentaron su exposición a CRE que, en muchos casos, ahora sólo vale una fracción de su valor máximos».
Los bancos no sólo cargan con medio billón en pérdidas no realizadas en carteras de valores, sino que, como explica Benítez, los libros de préstamos inmobiliarios comerciales de los bancos también están bajo el agua.
«La combinación de la subida de tipos y las presiones recesivas plantea verdaderos retos para el sector inmobiliario comercial, tanto desde el punto de vista de los mercados de capitales como de los fundamentos», afirmó Murray.
Verdaderos retos también para los bancos que poseen el papel.