En un discurso pronunciado en la reciente conferencia del Instituto Mises en San Diego, el fundador de Overstock.com, Patrick Byrne, planteaba que el liberalismo clásico es el sistema operativo de la civilización occidental. Es un sistema operativo basado en el consentimiento: en este SO, personas libres toman decisiones libres para perseguir sus intereses individuales y evolucionan subsistemas de intercambio consensuado y gobernanza que resultan de sus comportamientos individuales.
El Dr. Byrne aplica esta idea de un sistema operativo civilizacional para desarrollar la historia filosófica del liberalismo clásico e identifica la economía austriaca como fundamental para ese sistema. Como enseñaba Mises, la economía desempeña un papel primordial en la determinación de los asuntos cívicos.[1]
El Dr. Byrne advertía que hay sistemas operativos en competencia, todos basados necesariamente en la sumisión en lugar del consentimiento. En estos SO, se otorga a una autoridad central un conocimiento superior y una visión superior de los mejores resultados para la sociedad. Impone decisiones a las personas que deben someterse a esta autoridad para conseguir libertad. En esencia, la gente debe ser obligada a ser libre, por lo que la definición de libertad es sumisión a un proceso definido por la autoridad.
Hoy el SO liberal basado en el consentimiento está bajo un fuerte ataque por parte de esos SO basados en la sumisión. Esos ataques pueden ser filosóficos, constitucionales, institucionales o civilizacionales.
El tour d’horizon del Dr. Byrne plantea muchos pensamientos. Uno es este: hace falta que los seguidores de la economía austriaca, incluyendo el Instituto Mises, seamos lo suficientemente firmes en nuestro papel de defensa de la civilización occidental bajo ataque. Nos corresponde reunir activamente los recursos necesarios para soportar nuestro importante papel. No deberíamos pensar en nosotros mismos, como me temo que hacemos a menudo, como un grupo minoritario especializado que predica una doctrina pura pero esotérica, principalmente de interés académico. No podemos resignarnos a ser la oposición permanente. Nuestro objetivo debería ser lograr al menos una porción del 50% de la mente, dando a la economía austriaca la oportunidad de inclinar el arco de la civilización de vuelta hacia el sistema operativo del consentimiento.
Al ganar una porción mental del 50% deberíamos ser capaces de afirmar un principio ampliamente consumible que la mayoría de la gente puede entender y suscribir. Me gustaría proponer el individualismo (tal vez el individualismo austriaco). Jeff Deist, en el mismo evento al que acudió el Dr. Byrne, sugería que el foco de nuestra comunidad debería ser que cada persona llevara a cabo acciones para mejorar su propia vida, guiada por principios austriacos. Siguiendo los preceptos de Individualismo: el verdadero y el falso, de Hayek,[2] la gente que persigue sus propios intereses y mejora su propia vida descubre que tiene éxito cuando sirve a otros (es decir, en el intercambio consensuado el mercado) y por tanto construye una sociedad mejor para todos. El individualismo es un atributo altamente vendible de la marca económica austriaca.
El individualismo es una idea contemporánea, coherente con los valores del nuevo mundo emergente de la tecnología. I.A. es Individualismo Aumentado. La informática en la nube es poder informático adquirible por cualquiera. Blockchain son transacciones entre pares sin intermediarios caros e intrusivos. Las plataformas colaborativas conectan a cualquier persona con cualquier otra persona en redes abiertas, permitiendo un orden superior de intercambio. La economía austriaca es la teoría para el mundo moderno.
Un enfoque en el individualismo abre nuevas posibilidades de marketing táctico. Un ejemplo sería el empleo de influencers. En el marketing moderno basado en contenidos, los influencers pueden ampliar el alcance y acelerar la adopción de ideas incluso cuando no son los originadores de los contenidos. Hoy hay influencers de YouTube con millones de leales seguidores. Con el individualismo como nuestro lema, los influencers economía austriaca pueden aspirar a estos niveles de alcance e impacto. El contenido de nuestro maravilloso Instituto Mises puede encontrar nuevos canales de distribución acogiendo a un nuevo grupo de personas influyentes contemporáneas de alta tecnología.
Si pensamos en términos de mayoría (como el SO de la civilización occidental) podemos promover mejor las ideas que estimulan la acción humana a favor de la libertad.