¡Menuda semana! Antes de que se nos acuse de animar a Trump, hay que reconocer el elefante en la habitación: la Reserva Federal, su papel en el inevitable ciclo de auge-caída, y la postura cambiante de Trump sobre los aranceles.
No obstante, la semana pasada vimos la liberación de Ross Ulbricht, la concesión de indultos a delincuentes del J6, la desclasificación de los archivos de JFK, RFK y MLK, el aplazamiento de la prohibición de TikTok, la retirada de América del Acuerdo de París sobre el clima y de la Organización Mundial de la Salud, y la suspensión de la ayuda exterior de los EEUU; la lista es enorme. Teniendo en cuenta la situación mundial, parece más imperativo centrarse en las cuestiones internas que en las externas y en la ayuda.
Estados Unidos podría beneficiarse de centrarse en asuntos más cercanos.
Sin embargo, puede que muchos nunca sean conscientes de una de las mayores victorias, que mediante la orden ejecutiva prohibió las Monedas Digitales de los Bancos Centrales (CBDC), tal y como estaba redactada:
...cualquier plan o iniciativa en curso en cualquier agencia relacionada con la creación de un CBDC dentro de la jurisdicción de los Estados Unidos se dará por terminado inmediatamente, y no se podrán emprender más acciones para desarrollar o implementar dichos planes o iniciativas.
Lo único más peligroso que un banco central es un banco central con su propia criptomoneda. Llevaría a la sociedad un paso más cerca de una sociedad sin dinero en efectivo, permitiendo más vías para que la Reserva Federal infle la oferta monetaria mientras ejecuta otros actos nefastos como el seguimiento de pagos o incluso la congelación total de la moneda.
Sobre el tema de las criptomonedas, una de las mayores confiscaciones gubernamentales de todos los tiempos, según un archivo del FBI de 2013, se perpetró contra la Silk Road de Ross Ulbricht, un sitio web de libre mercado en el que compradores anónimos podían adquirir bienes de vendedores anónimos a cambio de bitcoin.
Con ésta, la mayor incautación de bitcoins de la historia, el gobierno federal se ha incautado ya de aproximadamente 173.991 bitcoins por valor de más de 33,6 millones de dólares.
El gobierno de los EEUU posee actualmente unos 198.000 bitcoins, valorados en unos 21.000 millones de dólares, según Arkham Intelligence, que rastrea las tenencias gubernamentales de criptomonedas.
Por increíble que parezca, las tenencias de bitcoins del gobierno de los EEUU fueron financiadas casi en solitario por un empresario, Ross Ulbricht, que actuó al margen de la ley al crear la Ruta de la Seda. En una sociedad más libre, Ulbricht podría haber sido celebrado como innovador y pionero. Que el gobierno de los EEUU se lucre de las actividades ilegales de Ulbricht es irónico e hipócrita, pero la historia demuestra que eso nunca ha detenido a los poderes del Estado.
Aunque sólo ha pasado una semana, deberíamos comparar no sólo la economía, sino los comportamientos, la moral, los valores, la ética y el ethos entre los comandantes en jefe. Uno indultó a alguien que pagó caro con dinero y tiempo, un marcado contraste con Fauci, que en última instancia puede ser etiquetado como uno de los mayores villanos del siglo XXI. Por otra parte, se indultó a un gran grupo de personas procesadas por delitos cuyo propio comité de acusación recibió una auténtica carta de libertad por su implicación.
Es difícil imaginar un mundo en el que puedan sostenerse dos ideas diametralmente opuestas, pero ése es el mundo en que vivimos.
Tanto si se le ama como si se le odia, la sensación de esperanza, energía positiva y optimismo de cara al futuro alcanza niveles nunca vistos. Si más políticas conducen a un mercado más libre y justo, esto podría dar lugar a un auge de la creatividad empresarial y la inversión... tal vez incluso marcar el comienzo de una nueva Edad de Oro para América.