El «presidente» incapaz, Joe Biden y su pandilla de controladores neoconservadores, invadidos por el odio a Donald Trump y la casi certeza de que, si no actúan ahora, la guerra de Ucrania se resolverá pronto, han puesto en marcha un proceso que podría destruir el mundo en un Armagedón nuclear.
Como todo el mundo sabe, Donald Trump quiere poner fin a la guerra de Ucrania, y quiere lograrlo mediante la negociación de un acuerdo en el que Ucrania cedería algunos territorios en disputa también reclamados por Rusia a cambio de una retirada de las tropas rusas de Ucrania. Pero el descerebra dode Biden odia a Trump y todavía quiere que el régimen pro-nazi de Zelensky conquiste Rusia, preservando así la hegemonía mundial americana. Por supuesto, esto no sucederá, pero el descerebrado de Biden ha autorizado a Ucrania a lanzar misiles americanos de largo alcance contra Rusia, y algunos ya han sido lanzados.
Los rusos han advertido de que Rusia está planeando una respuesta: «Funcionarios rusos condenaron furiosamente el lunes la decisión del presidente Joe Biden de permitir a Ucrania el uso de misiles americanos de mayor alcance para ataques limitados dentro de Rusia, incluso cuando misiles rusos mataron al menos a 21 personas dentro de Ucrania en un par de ataques. Aunque el propio presidente ruso, Vladimir Putin, aún no ha respondido a otro cruce de sus «líneas rojas» por parte de Occidente, su portavoz afirmó que la medida echaba «leña al fuego» y añadía tensiones a la relación.
«Se trata de una ronda cualitativamente nueva de tensión y de una situación cualitativamente nueva en cuanto a la implicación de los EEUU en este conflicto», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una sesión informativa celebrada el lunes. «Está claro que la administración saliente de Washington tiene la intención de tomar medidas para, según han dicho, seguir echando leña al fuego y provocar aún más el nivel de tensión». «La Federación Rusa se reserva el derecho a utilizar armas nucleares en caso de agresión convencional contra ella», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
En Río de Janeiro, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, declaró que «el hecho de que anoche se utilizaran repetidamente los ATACMS contra la región de Bryansk es una clara señal de que quieren una escalada».
A primera hora del martes, el Estado Mayor Militar de Ucrania afirmó en un post en Facebook que sus fuerzas habían «causado daños por incendio» en «almacenes con munición para el ejército de los ocupantes rusos», en la ciudad de Karachev, en la región rusa de Bryansk, a poco más de 70 millas de la frontera con Ucrania.
Si la respuesta de Putin es lanzar misiles de mayor alcance contra nuestros «aliados» de la OTAN, la situación podría agravarse fácilmente, y amenazó con hacer precisamente eso el 13 de septiembre: «El presidente ruso Vladimir Putin ha advertido a los líderes de la alianza de la OTAN de que una medida para levantar las restricciones al uso por parte de Ucrania de misiles occidentales de mayor alcance para atacar en el interior de su país se consideraría un acto de guerra.»
«Esto significará que los países de la OTAN —los Estados Unidos y los países europeos— están en guerra con Rusia. Y si este es el caso, entonces, teniendo en cuenta el cambio en la esencia del conflicto, tomaremos las decisiones apropiadas en respuesta a las amenazas que se nos plantearán», dijo Putin a los periodistas el jueves.
Si Putin lo hace, América se compromete a acudir en ayuda de nuestros «aliados» de la OTAN. Según el artículo 5 del tratado que estableció la OTAN en 1949, «En 1949, el objetivo principal del Tratado del Atlántico Norte —el tratado fundador de la OTAN— era crear un pacto de asistencia mutua para contrarrestar el riesgo de que la Unión Soviética intentara extender su control de Europa Oriental a otras partes del continente.
Todos los países participantes estuvieron de acuerdo en que esta forma de solidaridad constituía el núcleo del Tratado, convirtiendo de hecho el Artículo 5 sobre defensa colectiva en un componente clave de la Alianza.
El Artículo 5 establece que, si un Aliado de la OTAN es víctima de un ataque armado, todos y cada uno de los demás miembros de la Alianza considerarán este acto de violencia como un ataque armado contra todos los miembros y tomarán las medidas que consideren necesarias para ayudar al Aliado atacado.
Artículo 5
«Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas en Europa o América del Norte se considerará un ataque contra todas ellas y, en consecuencia, acuerdan que, si se produce tal ataque armado, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, asistirá a la Parte o Partes así atacadas adoptando inmediatamente, individualmente y de acuerdo con las demás Partes, las medidas que considere necesarias, incluido el uso de la fuerza armada, para restablecer y mantener la seguridad de la zona del Atlántico Norte.
Se informará inmediatamente al Consejo de Seguridad de todo ataque armado de esta índole y de todas las medidas adoptadas como consecuencia del mismo. Tales medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales.»
La situación podría convertirse en una guerra nuclear mundial, lo que tendría consecuencias catastróficas. En opinión de David Hunter, experto de renombre mundial que ha enseñado en Harvard y Oxford, «si hoy se utilizaran armas nucleares, habría repercusiones en todo el mundo. Cualquier intercambio sustancial de misiles —quemando ciudades, quemando bosques— provocaría resultados catastróficos en todo el mundo», afirmó Hunter. El invierno nuclear —el enfriamiento grave y prolongado del clima mundial que probablemente se produciría tras tormentas de fuego generalizadas después de una guerra nuclear a gran escala— provocaría un fracaso agrícola, afirmó.
«Todo el mundo tiene algo que decir», afirmó Hunter. «De alguna manera tenemos que avergonzar a los países para que lo hagan mejor. Quizá aumentando la concienciación y volviendo a marchar por las calles podamos presionar a los políticos para que hagan lo correcto».
Y añadió: «También tenemos que esperar que los humanos tengan la suficiente humanidad como para que si un loco quiere hacer una locura, no siga esas órdenes».
Incluso si se evita este escenario, es probable que los ataques con misiles de fabricación americana endurezcan la postura de Putin y le hagan ser más exigente en lo que quiere en un acuerdo. Tendrá que asegurarse de que no vuelvan a producirse ataques con misiles de este tipo.
Hagamos todo lo posible para protestar contra el intento descerebrado de Biden de destruir el mundo, y hagamos todo lo posible para promover una política exterior americana pacífica, como hemos aprendido del gran Murray Rothbard y del gran Dr. Ron Paul.