A primera vista, el último informe sobre el empleo tiene buena pinta. La tasa de empleo está por debajo del 4%, aunque ha aumentado desde abril. Los empresarios han añadido puestos de trabajo, pero sobre todo en el sector público. El pasado mes de julio publiqué un artículo sobre cómo los descensos en la relación entre el empleo público y el privado (PPER) predicen las recesiones. El PPER era de 5,92 el verano pasado. El último PPER es de 5,84. Las barras verticales grises del siguiente gráfico indican recesiones. La línea azul es el PPER.
El sector privado ha perdido puestos de trabajo en relación con el sector público en todas las recesiones modernas, excepto en 1982.1 La idea de que la caída de la PPER predice las recesiones tiene sentido desde el punto de vista económico. Los empresarios privados serán más rápidos a la hora de recortar puestos de trabajo cuando la economía empiece a ralentizarse, porque esto les ahorra dinero y aumenta sus beneficios. Los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales confirman que el PPER lleva cayendo casi un año. El descenso actual del PPER parece una nueva tendencia, y no sólo un pequeño bache, y el crecimiento del PIB parece ralentizarse. Así pues, cabe esperar una recesión en 2024. La única pregunta es si la recesión de 2024 será un «aterrizaje duro» o un «aterrizaje suave».
- 1El descenso del PPER en 1982 se produjo con un ligero retraso respecto al inicio de la recesión de 1982.