Si usted ha estado dando vueltas por el suelo sobre la posibilidad de que los rusos estén tratando de influir en su voto en las elecciones de 2024, puede dormir bien esta noche. Eso es porque los federales están procesando actualmente a cuatro miembros del Partido Socialista Popular Africano en un juicio en el tribunal federal de distrito de Tampa.
¿Qué es el Partido Socialista Popular Africano? Buena pregunta. Yo nunca había oído hablar de ellos, y apuesto a que usted tampoco. Resulta que se trata de un pequeño y oscuro grupo de americanos que abogan por el socialismo desde hace unos 50 años. De hecho, uno de los cuatro acusados tiene más de 80 años y otro más de 70. Supongo que debo mencionar que uno de los acusados se presentó recientemente a las elecciones municipales, pero perdió la carrera tras recibir sólo el 18% de los votos.
Entonces, ¿por qué los federales persiguen a esta gente? Para mantenernos a salvo, ¡por supuesto! Los federales dicen que los acusados están sirviendo de conducto al gobierno ruso para «influir» en las elecciones de 2024. Los federales acusan a los acusados de violar una ley de EEUU promulgada en 1938, durante el régimen del presidente Franklin D. Roosevelt. Él fue el presidente que convirtió el gobierno federal en un estado benefactor socialista y también convirtió nuestro sistema monetario en un sistema de papel moneda sin siquiera la apariencia de enmiendas constitucionales. Esa ley de 1938 de FDR exige que las personas que operan como agentes de un gobierno extranjero se registren ante el gobierno federal.
Eso sí, no es ilegal trabajar para el gobierno ruso ni para ningún otro gobierno. Tampoco es ilegal hacer lobby o abogar por el gobierno ruso. Tampoco es ilegal defender al gobierno ruso o adoptar posturas que lo favorezcan.
Eso no quiere decir que al gobierno de los EEUU no le gusten ese tipo de leyes. Es que los funcionarios de EEUU reconocen que existe un obstáculo para promulgar tales leyes. Ese obstáculo se llama Primera Enmienda. Prohíbe al Congreso promulgar leyes que infrinjan algo llamado libertad de expresión, un derecho que asiste a todo el mundo, no sólo a los americanos.
Entonces, ¿cómo sortea el gobierno de EEUU ese molesto obstáculo? Aplica una ley de 1938 que obliga a las personas que trabajan para regímenes extranjeros o están financiadas por regímenes extranjeros a registrar sus nombres y cargos ante el gobierno federal.
Pero, ¿cómo puede conciliarse tal requisito de registro con una restricción constitucional que establece: «El Congreso no aprobará ninguna ley que coarte la libertad de expresión»? No es posible. En una sociedad libre, todo el mundo es libre de decir lo que quiera sin tener que registrarse ante el gobierno ni ante nadie.
De hecho, una ironía es que el gobierno ruso ha adoptado y está aplicando el mismo tipo de ley de registro que los EEUU está utilizando contra los socialistas de Florida. Los rusos están utilizando la ley de la misma manera que los funcionarios de los EEUU — para atacar y cerrar los medios de comunicación que son financiados por el gobierno de EEUU, como Radio Europa Libre. ¡Hablando de ser izado en su propio petardo estatista!
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Y sí, han leído bien: El gobierno de los EEUU, a través de la fuerza de los impuestos, financia medios de comunicación, al igual que hace el gobierno ruso. ¿Qué te parece un poco de hipocresía socialista? Ah, ¿he mencionado que FDR fue el presidente que creó la Seguridad Social, que, como todo el mundo sabe, es la joya de la corona del socialismo del Estado benefactor americano, junto con Medicare?
Pero volvamos al procesamiento penal de ese oscuro grupo socialista por no haberse registrado como agentes rusos. El procesamiento realmente demuestra la extrema idiotez de lo que claramente se ha convertido en paranoia antirrusa. Los propios funcionarios de EEUU están utilizando su propia propaganda para infundir miedo a los rusos, igual que hicieron durante toda la Guerra Fría — y lo que hicieron para justificar su intervención en Vietnam, que logró sacrificar a casi 60.000 soldados americanos para nada. Vienen los rusos, ¡otra vez! Me siento como si volviera a vivir en la Guerra Fría, cuando nos exhortaban a todos a buscar rojos debajo de nuestras camas. Y lo que es realmente gracioso es cómo los principales medios de comunicación están siendo influenciados por toda esta propaganda del gobierno de EEUU sin siquiera darse cuenta de que están siendo influenciados por ella.
El procesamiento federal de esas personas en Tampa es una vergüenza absoluta, arraigada en una mentalidad paranoica antirrusa inane y en una filosofía estatista contraria a la libertad. Sería estupendo que el jurado de ese caso enviara un mensaje contundente a esa gente emitiendo un veredicto de no culpabilidad.
Reimpreso con permiso de The Future of Freedom Foundation .
