Las noticias de que el gobierno chino estaba preparando la eliminación de los límites constitucionales en el cargo del presidente Xi Jinping sorprendieron a la mayoría de los chinos. A muchos les preocupa que un mandato sin límites lleve a un poder ilimitado y aumente las restricciones a la libertad individual. ¿Se convertirá el Presidente Xi en una versión china del presidente ruso Putin? ¿Se convertirá Xi en otro dictador al estilo de Mao Tse-Tung? ¿O es incluso posible que Xi se haga proclamar emperador?
Debido a la censura de Internet en China, la gente no puede expresar su oposición públicamente, así que siguen usando insinuaciones y sarcasmo para dar voz a sus opiniones. Algunos incluso usan la historia de la fallida restauración monárquica del primer presidente de la República de China, Yuan Shikai, en 1916.
La restauración de la monarquía a finales de 1915 causó que los republicanos iniciaran una guerra contra Yuan Shikai. Yuan se vio obligado a cancelar los planes para la monarquía sólo 33 días después de su declaración inicial. Yuan murió poco después en medio de remordimientos y animadversión. A su muerte le siguió una época caótica de señores de la guerra en China (1916-1928). Durante ese periodo, muchos murieron y muchas fortunas privadas se destruyeron debido a las guerras y los abusos estatales.
Pocas décadas después, en 1949, triunfó la revolución comunista y Mao Tse-Tung empezó a gobernar China hasta su muerte en 1972. Durante el reinado de 44 años de Mao, millones de chinos murieron debido al movimiento antiderechista, el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural y otras campañas políticas totalitarias.
Considerando que las tragedias arriba descritas ocurrieron en China en el siglo XX y considerando el apoyo de Xi Jinping a las empresas de propiedad estatal, la censura de los medios, la centralización del poder con características de culto a Xi, resulta razonable que a muchos les preocupe el futuro de China. Sin embargo, todavía hay algunos factores positivos que pueden ayudar a que China evite entrar en otra dictadura al estilo de Mao.
Desde las reformas del mercado de 1978, cada vez más chinos han estado dándose cuenta de los beneficios de los mercados abiertos. Aunque las personas pueden no saber cómo defender las ideas de la libertad, cada vez más han adoptado y practicando conceptos del mercado y los derechos de propiedad privada que han mejorado su calidad de vida.
La libertad económica es de importancia crítica
Así, el proceso de mercadización y una mayor comprensión de la economía de mercado y la libertad individual hacen menos posible otra dictadura al estilo de Mao. Como decía Huerta de Soto en su Socialismo, cálculo económico y empendimiento:
Al ir aumentando la riqueza de la sociedad y el desarrollo de la civilización, el socialismo se convierte en mucho más difícil. Cuanto menos avanzada o más primitiva es una sociedad y cuanto más abundantes son los medios que tiene a su disposición la autoridad directora para manejar información, menos complicado parece el problema del socialismo (aunque desde un punto de vista lógico y teórico es siempre imposible cuando se aplica a seres humanos dotados de una capacidad creativa innata en sus acciones).
Sin embargo, Hayek advertía en Los fundamentos de la libertad: “a largo plazo, son las ideas y por tanto los hombres los que dan crédito a las nuevas ideas que gobiernan la evolución”. Así que los libertarios chinos deberían hacer todo lo posible por leer, entender y promover las teorías esenciales de la libertad y la ciencia económica. Los libertarios chinos no solo deberían divulgar las ideas y la ética de la libertad para quienes viven en China, pero también a la comunidad china global que sufren las consecuencias del actual régimen comunista.
Para este fin, cito el último capítulo de La acción humana de Ludwig von Mises, acerca de la relación entre economía, ciudadanos y libertad:
No hay medio por el cual nadie pueda evadir su responsabilidad personal. (…) Tal y como son hoy las condiciones, nada puede ser más importante para todo hombre inteligente que la economía. Están en juego su propio destino y el de su progenie.
La economía no puede seguir siendo una rama esotérica del conocimiento accesible solo a pequeños grupos de investigadores y especialistas. La economía trata los problemas esenciales de la sociedad, afecta a todos y pertenece a todos. Es el estudio principal y adecuado de todo ciudadano. (…)
Estos son los tristes hechos. Sin embargo, hay solo una manera en la que un hombre puede responder a ellos: sin relajarse nunca en la búsqueda de la verdad.
No importa lo que haga Xi Jinping, nuestra lucha por la libertad en China continúa.