Entre la guerra en Gaza y los ataques de los hutíes contra barcos occidentales en el Mar Rojo, los medios de comunicación han tenido mucho material truculento de política exterior para el molino de contenidos. Sin embargo, esta cobertura se ha hecho a expensas del conflicto en curso en Ucrania, que ha pasado rápidamente de ser una eufórica causa célebre a una catástrofe vergonzosa que es mejor meter en el armario y olvidar como el resto de las décadas de costosos desastres de la política exterior de América.
En las últimas semanas y meses, el tono de la cobertura de la guerra en Ucrania ha cambiado. En un momento dado, cualquier avance ruso se trataba como una casualidad y cualquier éxito ucraniano se veía como el precursor de una victoria inevitable. Sin embargo, ahora el tono ha cambiado decididamente hacia una visión más pesimista de las perspectivas de Ucrania y del cumplimiento de los objetivos de la OTAN y Occidente. En un artículo anterior escribimos que el tiempo no estaba del lado de Ucrania. Ahora parece que la prensa dominante está empezando a llegar a la misma conclusión.
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