¿Ayudan las correlaciones a definir el dinero?
Las autoridades monetarias han ideado numerosas formas ingeniosas de medir el dinero. Sin embargo, ni siquiera son capaces de definir el dinero, y mucho menos de medirlo.
Las autoridades monetarias han ideado numerosas formas ingeniosas de medir el dinero. Sin embargo, ni siquiera son capaces de definir el dinero, y mucho menos de medirlo.
A los progresistas les gusta afirmar que «América» tiene un «problema de violencia armada». Sin embargo, el «problema de la violencia armada» resulta que existe en lugares donde los progresistas dominan el gobierno.
Cuando los precios al consumo se dispararon tras las masivas inyecciones monetarias emprendidas para contrarrestar los encierros Covid, que acabaron con el empleo, las clases políticas lo llamaron «abuso de precios». Efectivamente, cuando el gobierno infla, necesitamos todo el abuso de precios que podamos conseguir.
Los americanos han defendido a menudo los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki como lamentables pero necesarios para poner fin a la Segunda Guerra Mundial. La realidad nos cuenta una historia muy diferente.
William Röpke, que huyó de la Alemania nazi en los 1930, ha realizado importantes aportaciones al análisis económico austriaco. No es sorprendente que rechazara el colectivismo como forma de organizar una economía.
Dado que a los funcionarios del gobierno no les preocupan las consecuencias de cometer errores, no debería permitirse que el gobierno regule algo tan importante como las vacunas.
En su interminable búsqueda de poder, el Estado no tiene ningún problema en traumatizar a los inocentes.
Ha fallecido Yuri Maltsev, investigador de Mises que fue asesor de Mijaíl Gorbachov cuando éste era economista en la URSS. Descanse en paz.
La imposición de salarios mínimos perjudica a la economía, aunque hay matices en cuanto al daño que causan. Es mejor no imponer salarios mínimos.
Los líderes del Foro Económico Mundial tienen planeado un futuro maravilloso para todos nosotros. Sólo que no piensan compartir nuestra miseria.