Economía global

Esto debería ser chocante para los ciudadanos ingenuos y para aquellos que asumieron que «la ciencia» debe apoyar los objetivos de la ONU sobre la temperatura.

La economía de la eurozona se está desacelerando. La solución no son más estímulos fiscales y monetarios.

La ralentización de la economía europea es un desastre, teniendo en cuenta el enorme estímulo en el que estamos inmersos.

Dejemos a un lado la tentadora tarea política de especular sobre lo que podría suceder en caso de que se produzca un Brexit sin acuerdo, ¿qué podemos decir con certeza que sucederá?

«El mayor problema, no sólo económico sino también político, es el problema de la deuda. Es inimaginable cómo terminará esta locura de crear más y más deuda e impulsar la economía inflando la oferta monetaria».

El Brexit es una oportunidad para restablecer las políticas económicas, monetarias y comerciales. Las implicaciones de deshacerse de la piedra de molino de la UE van mucho más allá de la fecha de salida del 31 de octubre.

Si el mundo se mete en una guerra de divisas -con el asalto a los salarios y los ahorros que conlleva la devaluación– nadie gana.

Para Ludwig von Mises, las burocracias internacionales como la OMC dedicadas a hacer cumplir el «libre comercio» no son un progreso. Son simplemente otro tipo de planificación gubernamental.

Para Bruselas, ceder ante el Brexit fomenta la rebelión de las poblaciones descontentas de otros Estados miembros, pero ¿tienen realmente una opción?

Los programas contra la pobreza impulsados por los socialdemócratas han permitido niveles cada vez más altos de corrupción, ya que los programas gubernamentales más grandes significan que los ultra-ricos pueden sacar más provecho de la cima.