Mantengan a EEUU fuera de la guerra
Un problema clave de la seguridad colectiva es el hecho de que cuando las pandillas de Estados se meten en un conflicto, lo amplían inexorablemente.
Un problema clave de la seguridad colectiva es el hecho de que cuando las pandillas de Estados se meten en un conflicto, lo amplían inexorablemente.
El régimen ucraniano cree que sabe más que los esposos y los padres cuando se trata de cuidar a sus familias. Pero ningún burócrata debería poder tomar esa decisión.
Aferrarse a los supuestos de la época de la Guerra Fría es una receta para una política exterior subóptima, que podría aumentar la probabilidad de que Estados Unidos tropiece con una desastrosa guerra de elección.
Estados Unidos no está ahora —y nunca lo ha estado— en posición de dar lecciones a otros países sobre los males morales de la política exterior agresiva.
La crisis de Ucrania llega en medio de una evidente ralentización de las mayores economías, después de que el efecto placebo de los planes de estímulo masivo ya haya desaparecido.
Mientras los EUA intentan ampliar la OTAN a la vez que intensifica las tensiones con Rusia, la organización se enfrenta a presiones internas, ya que algunos países miembros no están de acuerdo con la agenda de ruido de sables de Washington.
Un mundo de naciones socialistas sería un mundo de guerra incesante. He aquí la razón.
Lo que deberían hacer los políticos de EEUU en interés del pueblo americano es obvio: quedarse en casa, salvar vidas.
Robert Taft luchó contra la conscripción militar en 1946, declarando: «Si se adopta, coloreará todo nuestro futuro. Habremos luchado para abolir el totalitarismo en el mundo, sólo para instaurarlo en Estados Unidos».
Lo más triste de toda esta crisis fabricada es que no hace ninguna diferencia para nosotros que Rusia controle Ucrania. ¿Cómo es eso una amenaza para los Estados Unidos?