Aunque sigue sin haber un mercado no intervenido en ambos países, las políticas públicas van más en contra de las empresas en Canadá que en Estados Unidos y la diferencia parece ampliarse. Mientras los gobiernos estatales en Estados Unidos están tratando de atraer inversión empresarial, los gobiernos canadienses parecen tratar de conceder sus deseos a estos.
Como ejemplo, el gobierno progresista de Ontario es responsable de los altos costes de la electricidad, nuevas leyes laborales (incluyendo un enorme aumento del salario mínimo), un programa de intercambio de derechos y otras regulaciones que están impulsando a muchas empresas, incluyendo Magna International, a reconsiderar sus planes. Un informe publicado por el Instituto Fraser el 12 de octubre nos dice:
En julio de 2017, Magna testificó, en una audiencia pública sobre la propuesta de ajuste de la legislación laboral, que el alto coste de operar en Ontario le ha llevado a reconsiderar futuras inversiones y producción en la provincia, especialmente cuando los estados vecinos en EEUU están aprobando políticas para atraer inversión.
Bill Morneau, ministro de finanzas de Canadá, se prepara para imponer más restricciones a la inversión empresarial. Su política propuesta limitará la “inversión pasiva” dentro de un pequeño negocio, porque en su opinión este dinero solo debería invertirse en “negocios activos”, es decir, los negocios reales llevados a cabo por las pequeñas empresas.
Retórica política: Inversión “activa” frente a “pasiva”
Supongamos que eres un electricista y gestionadas tu pequeño negocio a través de una empresa privada. Al ir acumulando rentas más allá de lo que crees que sería prudente reinvertir en tu negocio en el momento actual, ¿qué haces con el dinero extra? Ya has sacado lo que necesitas para gastos cotidianos y no quieres sacar más dinero de la empresa porque el impuesto personal de la renta es mucho más alto que el impuesto a los pequeños negocios. Así que dejas el dinero en la empresa y lo inviertes en bonos o acciones de una gran empresa. Sin embargo, Bill Morneau dice que esto es una “inversión pasiva” y no quiere que hagas eso.
En su lugar, el ministro de finanzas quiere que, o bien (a) inviertas el dinero otra vez en tu negocio eléctrico, o bien (b) saques el dinero de la empresa, lo que genera un tipo más alto en el impuesto personal de la renta a favor del gobierno. Estoy bastante seguro de que espera más (b) que (a). Quiere que los canadienses crean que su política está diseñada para promover crecimiento económico, no crecimiento de los ingresos públicos, aunque parece evidente que pretende lo segundo. Bill quiere cobrar la factura. Sin embargo, el crecimiento económico se ve afectado cuando se desvía dinero de la inversión privada al gasto público. Como escribía Frak Shostak: “Un gobierno no es una entidad que genere riqueza: cuanto más gaste, más recursos ha de tomar de generadores de riqueza. Esto a su vez perjudica al proceso de generación de riqueza en la economía”.
Durante una entrevista, Morneau dijo que quería “que la gente invierte de negocios, de manera que hagamos crecer la economía”. Vale, pero no hay justificación económica para hacer una distinción entre las inversiones calificadas como “activas” y las “pasivas”. El objetivo debería ser la inversión empresarial, y punto. El dueño de un pequeño negocio invertirá su dinero en cualquier negocio que crea que generará el máximo rendimiento, de acuerdo con su apetito de riesgo. En cualquier momento dado, las condiciones del mercado pueden ser más favorables a una inversión en bonos o acciones de una gran empresa (inversión pasiva) que a una inversión en su “negocio activo”. La inversión que debería hacerse es la que tenga el mayor atractivo para el inversor. Las decisiones deben permanecer en manos de los afectados por dichas decisiones.
Morneau afirma “saber que tenemos grandes oportunidades económicas de tener más inversión en negocios activos”. Lo siento, ministro Morneau, pero es el propio dueño de la pequeña empresa el que está especialmente cualificado para tomar esa decisión. Mientras los participantes del mercado no estén limitados por las normas arbitrarias del gobierno, hay una abrumadora tendencia a que el dinero vaya a las empresas que ofrezcan una mayor certidumbre de mayor rentabilidad, lo que augura crecimiento económico. Este es el estado de cosas que debería preferir el ministro de finanzas si realmente quiere decir lo que dice acerca de querer hacer crecer la economía.
Morneau dice que es malo que un tipo fiscal a las empresas más bajo (comparado con el tipo del impuesto personal de la renta) anime toda esta “inversión pasiva”. ¿Pero por qué es esto algo malo? Cuando impuestos más bajos producen un mayor nivel de inversión empresarial, esto solo puede ser algo bueno. Si realmente quiere crecimiento económico, Morneau debería dejar de criticar la inversión pasiva y empezar a celebrar la inversión empresarial.
Conclusión
Una intensa crítica ha obligado al ministro de finanzas de Canadá a modificar sus planes. Dice que ahora permitirá un umbral de 50.000 dólares canadienses de renta pasiva por año. Sin embargo, esto sigue significando que rentas futuras de más de 200.000 millones de dólares en inversiones pasivas estarán sometidas a un tipo impositivo muy superior.
El crecimiento económico en Canadá continuará viéndose obstaculizado mientras el gobierno continúe erigiendo impedimentos a la inversión empresarial. Es probable que muchas empresas ya se estén preparando para dejar Ontario. A esto le seguiría un mayor deterioro económico al eliminar Morneau algunas de esas malvadas inversiones pasivas. La economía de EEUU se beneficiará de ello.
Según el informe del Instituto Fraser del 12 de octubre antes mencionado:
La inversión empresarial es esencial para el crecimiento económico a largo plazo y el aumento de los niveles de vida (…) es sorprendente que Canadá invierta menos PIB en servicios y aproximadamente lo mismo en manufacturas que una nación pobre como Grecia.
Morneau debería leer el informe del Instituto Fraser y debería hacerlo inmediatamente, mientras siga habiendo alguna empresa operando en Canadá.