Auges y caídas

La economía americana no pudo recuperarse de los ataques legislativos de las administraciones republicana y demócrata. La empresa individual, el principal resorte de una riqueza sin precedentes, no tuvo oportunidad.

Incluso cuando aparece una quiebra económica, puede que todavía haya suficientes ahorros reales en la economía para volver a ponerla rápidamente en marcha. Esto es lo que trae la recuperación económica, no un «estímulo» artificial.

Incluso si el banco central lograra evitar la caída del stock de dinero, no podría evitar una depresión si la reserva de ahorros reales está disminuyendo.

La nueva pantalla de alta definición de tres pisos y 78 millones de píxeles del casino Circa en su complejo de apuestas deportivas puede representar una nueva frontera en las tendencias de los megaconstrucciones similares a las de los rascacielos.

Los bancos centrales ya estaban alimentando el crecimiento de burbujas artificiales y la malinversión en empresas tecnológicas. Entonces los confinamientos aceleraron la tendencia aún más.

Lo que importa no es si el surgimiento de una burbuja está asociado con el aumento de los precios, sino más bien el hecho de que el surgimiento de una burbuja da lugar a actividades de burbuja no productivas.

Estados Unidos se enfrenta hoy a una crisis sin precedentes. Nuestra economía se está colapsando, y la falsa «epidemia» de coronavirus, con sus restricciones draconianas, está destruyendo nuestra libertad. ¿Qué podemos hacer?

La impresión de dinero—incluso a un ritmo constante—va a generar el mismo resultado que cualquier otra impresión de dinero. La razón radica en el hecho de que la creación de dinero transfiere la riqueza de las empresas productivas a las improductivas.

Al inundar el mercado con créditos baratos, Alan Greenspan bajó los tips de interés (incluyendo las tasas hipotecarias) a niveles artificialmente bajos. Esto causó la burbuja en los precios de las casas y asignó demasiados recursos reales al sector de la vivienda.

Si los políticos finalmente dejan que se produzca una «corrección» económica real y una recesión, significa que la economía finalmente se volcará a hacer lo que los consumidores realmente quieren.