Historial mundial

La política de «una sola China» supone que Taiwán es una provincia fugitiva. Sin embargo, los taiwaneses consideran que su país es soberano, y sus razones tienen fundamento.

En su nuevo libro, Paul C. Graham describe la Constitución de 1789 como un intento de golpe de Estado de los nacionalistas para consolidar el poder en el capitolio nacional. En la convención constitucional, Alexander Hamilton propuso un presidente permanente que nombraría a todos los gobernadores.

El creciente apoyo de las masas al socialismo en los 1890 acabó bruscamente con el optimismo de los liberales laissez-faire. Muchos vieron que el siglo XX pondría fin a la gran civilización que había sido producto del liberalismo decimonónico.

Walter Block y Alan Futerman afirman que «ser antisionista es estar en contra de todo el concepto de propiedad privada» y «equivale a negar los derechos básicos de la propiedad privada en sentido amplio».

No pensamos en Serbia como un país «libre», pero en el pasado hubo movimientos hacia un gobierno limitado. Desgraciadamente, los acontecimientos del siglo XX desbordaron los movimientos por la libertad.

Durante casi ochenta años, Argentina ha sido el ejemplo mundial de gobierno imprudente y derrochador. Hoy, el mundo la observa por una razón muy diferente: las reformas rothbardianas.

Los que se oponen a la secesión utilizan una doctrina moral que justifica la denegación del derecho de autodeterminación por parte de los regímenes. Estos colonialistas de facto nos dicen que los separatistas son demasiado atrasados e inmorales para que se les permita gobernarse a sí mismos.

Lo que es diferente en el imperio de EEUU es que ha sido fabulosamente exitoso. De hecho, ha tenido tanto éxito que los territorios que solían ser colonias evidentes han dejado de tener una identidad política diferenciada.

No se puede sobrestimar la máxima importancia de los derechos de propiedad para la dignidad humana y la prosperidad. Desgraciadamente, aún está lejos de ser comprendida por la mayoría de la gente.

Las políticas de la administración Biden en Oriente Medio van a producir el mismo tipo de retroceso que condujo a los atentados del 9/11. Cuanto más imprudente sea Biden, más vidas americanas correrán peligro.