Praxeología

Si le dices a alguien que no conseguirá lo que quiere por los medios que ha elegido, no estás haciendo un juicio de valor. Estás haciendo una declaración estrictamente científica.

Es a través de la acción que nuestras valoraciones subjetivas se vuelven medibles en la realidad objetiva. Por eso el axioma de la acción es una plataforma de lanzamiento irremplazable para el pensamiento económico.

Más allá de ser incompatible con los derechos naturales y perjudicial para la difusión de las innovaciones, el concepto de propiedad intelectual es una imposibilidad praxeológica.

Proporcionar la apertura para el gran trabajo metodológico de Mises le dio a Rothbard la oportunidad de establecer su perspectiva sobre la importancia del método praxeológico.

Acción humana de Mises es una lectura esencial para cualquier aspirante a economista. Pero también puede haber algunas trampas si lo leemos de forma demasiado informal.

Si la preferencia temporal está genéticamente construida en los humanos, ¿están descontando doblemente los bienes futuros? ¿Significa esto que la gente debería dejar de intentar sopesar el tiempo en sus cálculos?

No es un buen argumento contra la economía austriaca que alguien pueda llegar a una ciencia que haga mejores predicciones. Tiene que mostrarnos esa ciencia, para que pueda ser comparada con la praxeología. Basta con decir que esto no se ha hecho.

Los seres humanos no existen para ser peones en un juego de encierro y acción colectiva.

Los métodos cuantitativos no se pueden aplicar a la acción humana, que tiene un propósito y no es un mero reflejo. Por esta razón, las fórmulas matemáticas sólo pueden describir los eventos, nunca explicarlos.

Elegir entre el trabajo y el ocio no es como elegir entre manzanas y naranjas. A mucha gente le gustan ambos tipos de fruta. Pero el trabajo implica desuso, así que una mejor elección es esta: entre manzanas y naranjas podridas.