Propiedad Privada

El libertarismo reconoce que las únicas reglas que satisfacen las normas fundamentales civilizadas son el principio de auto-propiedad y el principio de propiedad de Locke, aplicados de la manera más consistente posible.

La negativa de Boulton y Watt a conceder licencias que permitieran a otros fabricantes de motores emplear el principio del condensador separado retrasó claramente el desarrollo y la introducción de mejoras.

No, los autores no son realmente austriacos, y ni siquiera estoy seguro de que se les pueda llamar libertarios, pero entienden el proceso competitivo de manera que haría que Hayek y Mises se sintieran orgullosos.

Seguramente todo libertario apoya las libertades civiles, el corolario y complemento de los derechos de propiedad privada y la economía de libre mercado.

Las leyes sobre quiebras obligan a descargar las deudas contraídas voluntariamente por un deudor y, por lo tanto, invaden los derechos de propiedad de los acreedores.

Es igualmente evidente que no se le puede obligar a continuar una corporación política, sin violar la ley moral, ya que la ciudadanía implica el pago de impuestos; y la eliminación de los bienes de un hombre en contra de su voluntad es una violación de sus derechos.

El derecho absoluto a huir es la máxima expresión del niño de su derecho de autopropiedad, independientemente de su edad.

Hay, en resumen, liberación nacional (bueno) versus «imperialismo» nacional sobre otros pueblos (malo). Una vez que superemos el individualismo simplista, esta distinción no debería ser difícil de entender.

Por paradójico que parezca en un principio, cuanto más liberal sea un Estado internamente, más probable es que se comprometa con la agresión exterior. El liberalismo interno hace a una sociedad más rica; una sociedad más rica de la que extraer hace al Estado más rico, y un Estado más rico hace al expansionista más y más exitoso.

Pero debe quedar claro que lo que distingue el libertarismo de todas las otras teorías políticas es su escrupuloso respeto —instruida por una sólida teoría económica, esto es, la economía austriaca— por la idea de que los derechos de propiedad sobre los recursos escasos se deben dar a la persona como la mejor relación objetiva con el recurso en cuestión.