Libertarismo y la Vieja Derecha
En febrero de 1999, Brian Doherty entrevistó a Lew Rockwell para una investigación sobre el libertarismo de posguerra.
En febrero de 1999, Brian Doherty entrevistó a Lew Rockwell para una investigación sobre el libertarismo de posguerra.
¿Quién debería aplicar la ley y el orden? Para que sea justo y eficiente, Hans Hoppe escribe que, la producción y el mantenimiento de la ley tendrán que ser desempeñados por individuos y agencias en competencia financiados libremente.
Según Mises, la irracionalidad no es lo contrario de la acción o del comportamiento con un fin, es decir, no es el comportamiento voluntario sin un propósito. Todo comportamiento voluntario tiene un propósito.
Rich men exist today, but more frequently than not they owe their fortunes directly or indirectly to the state.
Si yo diera un tour por los Estados Unidos a los visitantes de un país socialista, que están acostumbrados a experimentar una escasez crónica de casi todo, Wal-Mart sería uno de los primeros lugares a los que los llevaría. Es un símbolo perfecto de una de las cosas más notables que tenemos.
Quería mostrarles a los estudiantes que la economía se deriva del comportamiento humano común en el mundo real que enfrentamos todos los días. Al mostrarles que el comercio, el dinero, el ahorro, la competencia y los precios tienen orígenes y propósitos claramente humanos, esperaba ayudarlos a comprender mejor la "economía" a la que algún día estarán expuestos.
Los libertarios a menudo citan Internet como un caso en el que la libertad es la madre de la innovación. Los opositores rápidamente responden que Internet era un programa del gobierno, lo que demuestra una vez más que los mercados deben guiarse por la mano firme del Estado. En cierto sentido, las críticas son correctas, aunque no en la forma en que se entienden.
Murray Rothbard explica que el anhelo anarcocomunista de un primitivismo preindustrial significaría la inanición y la muerte para casi toda la humanidad y una subsistencia aplastante para los que quedan.
D.W. MacKenzie cuenta la triste saga de los economistas ingenuos que creían que podían utilizar la política fiscal para contrarrestar el ciclo económico.
El problema del conservadurismo americano es que odia a la izquierda más que al Estado, ama el pasado más que la libertad y siente una mayor atracción por el nacionalismo que por la idea de la autodeterminación.