Mi nieto se graduará en un colegio público en mayo, y mi hija, su madre, me pidió que escribiera una carta de despedida para él. Ha formado parte de mi vida desde que nació, y todos estamos muy orgullosos de él. Pero, ¿qué le digo sobre el mundo al que está a punto de entrar?
De entrada, ya sabe que el Estado reclama su propia vida. Si no se inscribe en el servicio militar obligatorio, podría ser enviado a prisión y multado con 250.000 dólares. Con la disminución de los alistamientos y el insaciable apetito del régimen por la guerra, es posible que su futuro se vea truncado como recluta luchando contra extranjeros empobrecidos a miles de kilómetros de distancia, «defendiendo nuestra libertad» mientras mantiene el flujo de ingresos del tinglado del Congreso/Militar/Industrial/Sabe Dios qué más.
Mi nieto es demasiado joven para recordar a Pat Tillman, el safety de la NFL que en mayo de 2002 rechazó un contrato multimillonario para unirse a los Rangers del Ejército en Afganistán. El 22 de abril de 2004, Tillman murió tras recibir tres disparos en la cabeza desde armas amigas a una distancia inferior a tres metros, según los médicos del Ejército. Su familia y otros críticos acusaron al ejército de ocultar los detalles de su muerte hasta después del funeral de Tillman. El presentador de Hardball, Chris Mathews, rechazó la afirmación de fuego amigo, afirmando que las pruebas apoyaban el asesinato por parte de los compañeros de Tillman.
El hermano menor de Pat Tillman, Kevin, que se alistó en el ejército con Pat en 2002, publicó un artículo que levantó ampollas tras su liberación en 2005, parte del cual dice así:
[Antes de alistarnos en el ejército, hablamos de los riesgos de firmar los papeles. Que una vez que nos comprometiéramos, estaríamos a merced de los dirigentes y el pueblo americano. Cómo nos podían empujar en una dirección que no era la nuestra. Que luchar como soldado nos dejaría sin voz... hasta que saliéramos.
Mucho ha llovido desde que entregamos nuestra voz:
De alguna manera, nos enviaron a invadir una nación porque era una amenaza directa para el pueblo americano, o para el mundo, o albergaba terroristas. . . Algo por el estilo. . ..
De alguna manera, en casa, el apoyo a los soldados significaba hacer que un niño de cinco años hiciera un dibujo con lápices de colores y lo enviara al extranjero, o pegar pegatinas en los coches, o presionar al Congreso para que se añadiera una almohadilla extra en el casco. . . como si eso fuera a protegerle cuando un artefacto explosivo improvisado lance su vehículo 15 metros por los aires mientras su cuerpo se deshace y su piel se funde con el asiento. . . .
De alguna manera, cuantos más soldados mueren, más legítima se vuelve la invasión ilegal.
De algún modo, a los dirigentes americanos, cuyo único mérito es mentir a su pueblo e invadir ilegalmente una nación, se les ha permitido robar el valor, la virtud y el honor de sus soldados sobre el terreno. . ..
Pero no hay que preocuparse: la lucha afgana puede quedar obsoleta a medida que los drones y las armas nucleares tácticas sustituyan a los hombres que se disparan unos a otros con armas y tanques. Si las armas nucleares se vuelven obsoletas, la única preocupación de mi nieto podrían ser los palos y las piedras que se utilicen en la guerra que sigue a esta, si es que todavía queda alguien para luchar en ella.
Mi nieto irá a la universidad en otoño para estudiar ingeniería mecánica. Le adoctrinarán con teorías económicas que afirman con ecuaciones irrelevantes que el papel moneda respaldado por armas gubernamentales es el mejor camino a seguir, incluso cuando los tenedores de dólares están a punto de irse a pique tras la última racha de locura de la Fed y el déficit?
En cuanto al voto en las elecciones gubernamentales, ¿qué interés podría tener cuando gran parte del público votante no confía en la integridad de los resultados? Incluso si evolucionamos hacia un recuento de votos honesto, la elección de los candidatos en las elecciones presidenciales equivale al candidato A del Consejo de Relaciones Exteriores frente al candidato B del Consejo de Relaciones Exteriores, aunque Donald Trump se coló milagrosamente entre los guardianes en 2016.
Afortunadamente, mi nieto es un emprendedor. Muestra una buena dosis de sentido común. Muestra capacidad para aprender cosas por sí mismo. Si se le da una historia falsa de cualquier tipo, es capaz de desenmarañarla al menos lo suficiente como para revelar su corazón hueco.
No importa qué horrores le depare este mundo dominado por los Estados Unidos, creo que encontrará la manera de superarlos.
Mi predicción: él y otros de su generación serán los ganadores sorpresa cuando la actual tiranía mundial se autodestruya.
