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¿Quién fija los precios de los bienes?

A menudo se presenta a las personas como si tuvieran una escala de valores incorporada en la cabeza. Supuestamente, esta escala de valores permanece siempre igual. Como resultado, supuestamente esta escala de valores instruye a las personas en la selección de bienes. Si ese fuera el caso, entonces tendría sentido intentar extraer esta escala de valores mediante cuestionarios o diversas pruebas psicológicas. Una vez extraída la escala de valores, los científicos sociales podrían establecer cómo asignar recursos escasos de la manera más eficiente.

Según Murray Rothbard, no puede haber valoración sin cosas que valorar. El valor se establece una vez que la mente de un individuo ha interactuado con una entidad en particular. El proceso de evaluación establece entonces para qué fin o propósito podría ser útil una entidad en particular. Sobre esto, Carl Menger escribió que:

El valor no es, pues, nada inherente a los bienes, ninguna propiedad de ellos ni una cosa independiente que exista por sí misma. Es un juicio que los hombres economizadores hacen sobre la importancia de los bienes de que disponen para el mantenimiento de sus vidas y su bienestar. Por tanto, el valor no existe fuera de la conciencia de los hombres.

La idea de que la escala de valores está incorporada en la cabeza de las personas proporciona la base para el marco simplista de la curva de oferta y demanda. Por lo tanto, según el pensamiento popular, a un precio dado, habrá una cantidad particular de bienes ofertados y demandados.

Siguiendo la ley de utilidad marginal decreciente y una escala de valoración fija, se podría inferir que, a medida que disminuye el precio de un bien, aumenta la cantidad demandada y disminuye la cantidad ofrecida. La culminación de todo el proceso es la intersección de las curvas de oferta y demanda, que establece el precio de equilibrio. A este precio, la cantidad ofrecida es igual a la cantidad demandada.

En el marco de la curva de oferta y demanda no hay empresarios, sino que el desplazamiento de las curvas se produce en respuesta a diversos factores. Una vez más, en el marco de la curva de oferta y demanda se supone que el precio está dado, lo que plantea la pregunta de quién lo ha dado, de dónde ha salido.

Según Ludwig von Mises, los precios de los bienes no están dados. Los precios los establecen los seres humanos en una transacción particular, en un lugar particular y en un momento dado. Sobre esto, Mises escribió que:

El precio de mercado es un fenómeno histórico real, la relación cuantitativa según la cual, en un lugar y una fecha determinados, dos individuos intercambian cantidades determinadas de dos bienes determinados. Se refiere a las condiciones particulares del acto concreto de intercambio y, en última instancia, está determinado por los juicios de valor de los individuos implicados. No se deriva de la estructura general de precios ni de la estructura de precios de una clase particular de bienes o servicios. Lo que se llama estructura de precios es una noción abstracta derivada de una multiplicidad de precios concretos individuales. El mercado no genera precios de terrenos o automóviles en general ni tasas salariales en general, sino precios para un determinado terreno y para un determinado automóvil y tasas salariales para un determinado tipo de prestación.

Por regla general, es el proveedor quien «fija» u ofrece el precio. Después de todo, es el proveedor quien ofrece los bienes a los compradores. Es el proveedor quien debe estimar el precio de venta de un bien antes de presentarlo a los compradores. Para asegurar este precio, el precio que pide el proveedor debe cubrir sus costos directos e indirectos y proporcionar un margen de beneficio. Al determinar el precio de venta, el proveedor debe hacer una estimación lo más precisa posible de si podrá vender toda su oferta al precio establecido.

Aunque los costos de producción parecen ser el factor principal en la determinación del precio, no es así. En última instancia, es la evaluación subjetiva del comprador la que dicta si el precio solicitado por el proveedor se va a realizar. Cada comprador decide, en su propio contexto, si el bien ofrecido por el proveedor, al precio fijado por éste, va a mejorar la vida y el bienestar del comprador.

Si los costos de producción fueran el factor determinante para la fijación de los precios del mercado, ¿cómo explicaríamos entonces los precios de bienes que no tienen costo porque no se producen? Por ejemplo, ¿qué sucede con los bienes que simplemente están ahí, como los terrenos no urbanizados? Del mismo modo, la teoría del costo de producción no puede explicar la razón de los altos precios de cosas como los cuadros famosos. Según Rothbard,

De manera similar, los servicios de consumo inmateriales, como los precios del entretenimiento, los conciertos, los médicos, el servicio doméstico, etc., difícilmente pueden explicarse por los costos incorporados a un producto.

Ahora bien, supongamos que, por las razones que sean, la oferta de un bien ha aumentado. En igualdad de condiciones, si el oferente quiere vender toda su oferta ampliada tendrá que bajar el precio. El precio más bajo permitirá la entrada de varias personas que, antes del aumento de la oferta del bien, no podían permitírselo. Antes del aumento de la oferta, los ingresos de esas personas se absorbían por completo en la adquisición de bienes y servicios de mucha mayor prioridad. Al bajar el precio, el oferente amplía de hecho los medios de que disponen esas personas, lo que les permite alcanzar otro fin —ahora su nivel de vida ha aumentado.

Ahora bien, el cálculo del proveedor le indica que su beneficio por unidad de un bien ha disminuido debido a la baja del precio, pero que el beneficio total, debido al aumento de las existencias vendidas, ha aumentado. Por tanto, el acervo de medios del proveedor se ha ampliado y ahora también puede fijarse nuevos objetivos. Lo que tenemos aquí es una expansión de los medios que ha elevado el nivel de vida del vendedor y de los compradores.

¿Cuál es entonces el significado del «precio de equilibrio» que los economistas convencionales sostienen que se establece en la intersección de las curvas de oferta y demanda? El precio de equilibrio se establece una vez que un oferente fija un precio a un nivel que atrae a suficientes compradores para su oferta de un bien. En consecuencia, una vez que el vendedor vende sus bienes a cambio de dinero u otros bienes, ha alcanzado su objetivo en lo que respecta a mejorar su vida. Por lo tanto, ha alcanzado el llamado «equilibrio». Del mismo modo, el comprador que utiliza sus recursos para obtener el bien ofrecido por el vendedor ha mejorado su vida y, por lo tanto, ha alcanzado su equilibrio.

Contrariamente a la forma popular de pensar, los precios de los bienes no los fija una dudosa escala de valores mentales que no cambia, sino los individuos que buscan un fin. Es la importancia de los distintos fines para los individuos lo que determina la selección de bienes por parte de ellos, por lo tanto, en última instancia, ellos fijan el precio. La importancia de los fines se establece con respecto a las preferencias subjetivas de los individuos. 

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