Las monedas de EEUU en circulación se deterioran y pueden canjearse a través del Programa de Canje de Monedas Mutiladas de la Fábrica de la Moneda, iniciado en 1911. Los particulares y las empresas pueden canjear monedas dobladas, dañadas o parciales (también conocidas como monedas mutiladas) por su reembolso cuando ya no son aceptables como moneda de curso legal. El objetivo del programa es fomentar la confianza en la moneda de EEUU.
La Casa de la Moneda suspendió el programa en 2015 para evaluar su seguridad y desarrollar salvaguardias adicionales para mejorar la integridad de la aceptación y el tratamiento de las monedas mutiladas. Esta suspensión es otro ejemplo de intervención gubernamental que da lugar a consecuencias económicas y empresariales imprevistas con la escasa confianza en que la Casa de la Moneda canjee monedas de EEUU mutiladas.
Una fuente importante de monedas mutiladas es la industria del reciclaje de metales procedentes de la trituración mecánica de chatarra de automóviles, máquinas expendedoras y equipos de lavandería autoservicio. Cada año se reciclan millones de automóviles en los EEUU. Un comunicado de prensa del Instituto de Industrias de Reciclaje de Chatarra (ISRI) de julio de 2021 afirma: «Las monedas recuperadas se han convertido en una parte integral de las operaciones, la mezcla de productos y los resultados de muchas empresas de reciclaje.» Las monedas perdidas en los asientos de los coches, en el suelo, en las guanteras y en otros lugares muestran la escasa preocupación de los propietarios de automóviles por las monedas perdidas. Los miembros del ISRI limpian, clasifican y almacenan las monedas por denominaciones. Así lo explica el ISRI en sus comentarios a la Fábrica de la Moneda,
Al pasar por una trituradora de automóviles, las monedas se doblan y retuercen y acaban en el flujo de metales mixtos no férreos, llamado Zorba, que sale de la trituradora. Alrededor de 2003, gran parte de la Zorba generada en los EEUU empezó a ir a parar a China, debido a la elevada demanda de aluminio del país. La recogida manual del material hizo que se recuperara una cantidad de monedas mucho mayor que nunca, de ahí el repentino aumento de la cantidad de monedas de EEUU canjeadas en la Fábrica de la Moneda por participantes extranjeros.
«Al triturar las monedas y canjearlas, los recicladores se deshacen de las monedas dañadas y, por tanto, ayudan a proteger su integridad», explica el ISRI. «La trituración es eficiente desde el punto de vista energético, y mejor para la seguridad y la productividad de los trabajadores porque la gente no está rebuscando entre las monedas».
Fundir monedas viejas en otras nuevas ahorra energía, reduce la extracción de metales preciosos y ahorra dinero a los contribuyentes. El reciclaje y la recuperación de las valiosas materias primas son «integrales para la sostenibilidad medioambiental y la circularidad», que, a su vez, eran elementos clave de la agenda medioambiental y climática del presidente Biden, según los comentarios del ISRI.
Los recicladores de metales han recogido y almacenado monedas dañadas desde la suspensión del programa de la Casa de la Moneda en 2015. La Casa de la Moneda restableció el programa en 2018 con revisiones de nuevas directrices y certificaciones para las presentaciones. Lo cerraron de nuevo en 2019.
Los recicladores de metales están tomando la sabia decisión empresarial de recuperar las monedas mutiladas, clasificarlas, guardarlas y almacenarlas con la intención de canjearlas en la Fábrica de la Moneda. Se trata de una decisión práctica y económicamente inteligente, dados los bajos márgenes de beneficio de algunos sectores de la industria del reciclaje de metales.
«La Fábrica de la Moneda seguía diciendo que le gustaba el programa y que lo reanudaría, así que nuestros miembros siguieron recogiendo estas monedas y proporcionando seguridad en torno a ellas a un costo tremendo», afirma el ISRI. «Nuestros miembros se han quedado sin ese dinero, y sin el dinero por haberlas guardado, además del costo de oportunidad»
La moratoria impuesta por la Fábrica de la Moneda al programa de canje de monedas mutiladas está teniendo un impacto económico perjudicial en los recicladores de metales con sede en EEUU, que sufren precios bajos y márgenes muy estrechos desde hace varios años. Se enfrentan a dificultades financieras adicionales debido a su incapacidad para canjear monedas mutiladas en su inventario. El 5 de mayo de 2021, la Fábrica de la Moneda anunció en sus planes para revisar el programa, incluida la prohibición de canjear monedas dañadas durante el proceso de reciclaje, con un plazo para la presentación de comentarios públicos que finaliza el 2 de julio de 2024.
Según el ISRI, la interrupción del programa de canje repercutiría negativamente en la cadena de suministro del sector manufacturero.
En consecuencia, los recicladores han perdido importantes ingresos como resultado de la suspensión del programa. Peor aún, después de almacenar monedas mutiladas por valor de muchos años, la reciente propuesta de la Casa de la Moneda de suspender el programa únicamente para los recicladores, éstos se verían ahora obligados a renunciar a millones de dólares de estas monedas y [renunciar] a los costes de almacenamiento y seguridad asociados.
Esta intervención del gobierno para evitar el canje de monedas dañadas de las empresas privadas es otro ejemplo de un costo innecesario impuesto a cada empresa. Esta es otra acción del programa del gobierno federal que no tiene un incentivo económico para ser eficiente y práctico para satisfacer las necesidades de los clientes del mercado.
