Poder y mercado

Incluso si dejamos a Trump y a las elecciones de 2020 fuera de esto, el asunto de las elecciones de Nueva York es el último recordatorio de que las instituciones gubernamentales parecen no poder llevar a cabo lo que nos dicen que son sus funciones más básicas.

Las mayores conspiraciones son abiertas y notorias —no son teorías, sino prácticas expresadas a través de la ley y la política, la tecnología y las finanzas. De forma contraria a la intuición, estas conspiraciones suelen anunciarse en público y con un mínimo de orgullo.

Menos de dos semanas después de que los miembros de la OTAN reafirmaran su lealtad al Artículo 5 —que un ataque a un miembro era un ataque a todos los miembros—, el Reino Unido estuvo a punto de poner a prueba ese compromiso.

Aunque el Partido Republicano puede esperar el entorno políticamente ventajoso que un entorno inflacionista puede proporcionar en las urnas, en última instancia los responsables políticos van a tener que enfrentarse seriamente a la cuestión subyacente: el fracaso del estándar del PhD.

El covid desencadenó un aumento masivo de las prohibiciones gubernamentales en América. A muchos se les prohibió mantener sus empresas abiertas. Muchos se vieron obligados a dejar de trabajar.

Entre los economistas que siguen una idea conocida como «monetarismo de mercado», una de sus principales propuestas es que el banco central debe «apuntar» a una tasa anual específica de aumento de las cifras del PIB nominal, que no se ajustan a la inflación.

Buenas noticias para todos, la inflación que los americanos están presenciando diariamente es temporal. Eso es, al menos, lo que nuestros tecnócratas ilustrados de la Reserva Federal están tratando desesperadamente de convencer al resto del mundo.

Recientemente se ha superado un importante hito. Para ser exactos, la última actualización del balance de la Fed del 17 de junio de 2021 muestra la cifra de 8,064 billones de dólares.

Todos hemos oído hablar del nuevo insulto a nuestras vidas y a nuestros hijos. Me refiero, por supuesto, a la creciente adopción de la «teoría crítica de la raza» como parte de los planes de estudio de las escuelas públicas. ¿Por qué debería sorprendernos?

La clave del éxito es difundir las ideas de libertad hasta que tengamos la capacidad de obligar a los políticos a desmantelar el Estado de guerra-de bienestar y el sistema de dinero fiat que es la sangre vital del gobierno autoritario.