La Real Academia hizo una clara declaración política con el Premio Nobel de economía de este año. Un día después de que el panel de las Naciones Unidas sobre el cambio climático emitiera su grave advertencia sobre el cambio climático, este premio intenta enfatizar el impacto a largo plazo del cambio climático en la economía y el crecimiento económico. En el caso del Sr. Nordhaus, enfatiza cómo el cambio climático tiene un costo económico significativo. En el caso del Sr. Romer, enfatiza cómo la investigación y la tecnología estimuladas por el Estado pueden usarse para abordar problemas como el cambio climático y mejorar el crecimiento económico. Ambos creen que la política del Estado es la clave.
El problema aquí es lo que sabemos y lo que no sabemos. Lo que sabemos es que el clima siempre ha estado cambiando miles de millones de años antes de que aparecieran los humanos. Sabemos que el clima está cambiando y que seguirá cambiando. De lo que no sabemos mucho es qué causa los diversos cambios, cuál es la dirección del cambio, y si ese cambio será bueno o malo para los humanos y la economía. Ciertamente, no sabemos cómo controlar el clima y algunos de nuestros inútiles esfuerzos, como los automóviles eléctricos y los impuestos al carbono, tienen poco impacto sobre el cambio climático y son costosos. Con el Presidente Trump relajando las regulaciones ambientales y retirándose del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, el premio de este año debería ser visto como una declaración anti-Trump por parte de la Academia.