Julie Ponesse, profesora de filosofía especializada en ética que hasta hace poco enseñaba en la Universidad de Western Ontario (Canadá), tiene un emotivo video en el que protesta por la exigencia de su universidad de vacunarse contra el covid-19 para poder seguir dando clases. Señala que está en su absoluto derecho de decidir qué sustancias se inyectan en su cuerpo, y que esto debería zanjar la cuestión de si el requisito es legítimo. En este caso, también hay que considerar un argumento adicional. Las pruebas no demuestran que la vacuna funcione, y hay razones para creer que tiene efectos perjudiciales. Al final del video, rompe a llorar ante la perspectiva de no poder continuar con sus veintiún años de docencia. De hecho, fue despedida.