Acabo de recibir un correo electrónico intrigante. El autor sugiere que la novela de Ayn Rand, Rebelión de Atlas, presenta a Ludwig von Mises en uno de los papeles secundarios (aunque sigue siendo un héroe). No había visto en absoluto el punto que plantea mi corresponsal, pero creo que tiene razón. Cuando escribí la biografía de Mises, no me tomé el tiempo de volver a buscar Rebelión de Atlas (lo había leído a mediados de los años 90), de lo contrario podría haberme dado cuenta. De todos modos, este es el mensaje:
Estimado profesor,
Estoy revisando su profundo «El último caballero del liberalismo». Me hizo detenerme un par de veces, sólo para poder leer libros enteros antes de continuar (por ejemplo, «Crítica del intervencionismo», «Burocracia»), y hubo varios puntos finos del pensamiento de Mises que había pasado por alto o malinterpretado — tus breves resúmenes de ideas profundas son invaluables para hacer evidentes esos errores.
Así que, en primer lugar, gracias por el increíble trabajo. Además de tus conferencias, de las cuales he visto algunas. (Creo que había una lista de conferencias, después del libro, que vi antes de leer el libro, pero ahora no puedo encontrar, ¿todavía existen en alguna parte?)
Aunque este mensaje no es para expresar mi gratitud, sino más bien para preguntarte si has hecho la misma conexión o no. Hace poco leí Rebelión de Atlas, y hace años terminé Acción humana (que a su vez me llevó años...). En tu libro, en algún momento dices:
Mises no era un hombre que diera demasiada importancia a las cosas materiales. Una vez le dijo a Margit que, si buscaba riquezas, se había casado con el hombre equivocado. Pero tampoco era el tipo de intelectual que Ayn Rand describió en su novela Rebelión de Atlas: el filósofo libertario que en una situación desesperada bajaba estoicamente de su cátedra en la universidad para trabajar detrás del mostrador de una hamburguesería de pueblo. Si Mises hubiera acabado volteando hamburguesas, se le habría roto el corazón.
Me muero de curiosidad por saber si has dedicado un minuto a reflexionar sobre el nombre de aquel profesor de «Rebelión de Atlas», que era: Hugh Akston. ¿Qué posibilidades hay de que esto sea una coincidencia? ¿Hugh Akston? ¿De verdad?
¿No es éste un huevo de pascua «obvio», escondido a la vista, que rinde homenaje nada más y nada menos que a la Acción humana de Mises? (He comprobado en Internet que nadie parece haberse dado cuenta de ello).
Aunque creo recordar que a Ayn no le impresionó ni apreció especialmente la primera parte del libro, es decir, la praxeología, de donde procede el título, pero tal vez tenía una opinión diferente cuando escribió el libro, quién sabe.
Best, D.A.