La opinión de The Atlantic es que la economía convencional tiene muchos problemas, como han señalado otros. Piensan que los estudiantes universitarios deben estar expuestos a algunos aspectos económicos de la conducta en sus clases de economía. Su conclusión es así:
Hacer que la economía conductual sea obligatoria no es un remedio para los males de la disciplina económica, pero hacerlo ayudaría mucho a animar a los estudiantes a pensar en construir modelos económicos alrededor de seres humanos reales en lugar de la caricatura que es el Homo Economicus. Si hay una lección más profunda de la revolución de la conducta, es que los caprichos de la conducta humana hacen que sea muy difícil modelar como una ciencia pura, y los economistas tienen mucho que aprender de otras disciplinas, incluidas otras ciencias sociales y las humanidades. Esto puede significar una dosis de humildad para los economistas, pero enriquecería tanto la educación que reciben sus estudiantes como sus posibilidades de lograr un cambio positivo en el mundo real.