La gente tiene diferentes opiniones sobre la batalla entre Israel y Hamás, pero una cosa debería estar clara para todos nosotros. América debe mantenerse al margen del conflicto y seguir nuestra tradicional política exterior no intervencionista, magníficamente defendida por Murray Rothbard y el Dr. Ron Paul.
Steve Berger llega a la cuestión esencial:
«[Necesitamos una] política no intervencionista que no agite avisperos o, en palabras de JQA [Jon Quincy Adams] no vaya al extranjero en busca de monstruos que destruir no es incompatible con la protección de nuestras propias fronteras o ciudadanos. El derecho económico trata de compensaciones. La seguridad enviada al extranjero nos hace más vulnerables a la infiltración de terroristas aquí, como usted esbozó dramáticamente en su reciente podcast. Biden llamó a todas las armas, etc. que estamos enviando allí un dividendo para nuestra seguridad. Tal vez es sólo un dividendo para nuestros contratistas corporativos militares como Smedley Butler concluiría. No tengo ningún problema si un ciudadano privado desea ir y ayudar a Israel, al igual que no tengo ningún problema si alguien quiere libremente y con consentimiento informado tomar una inyección covárica. No me gusta que me llamen antivacunas por protestar contra los mandatos o plantear cuestiones de eficacia o seguridad. No me gusta que me llamen antisemita por cuestionar nuestras decisiones de política exterior o las de Israel aunque condene las atrocidades y asesinatos por lo que son».
Biden y su banda de controladores neoconservadores están tomando precisamente el camino equivocado. Están enviando una enorme cantidad de armas y dinero a esta conflictiva región. Si no los detenemos, podríamos encontrarnos en una guerra de tres frentes. Esto podría conducir a la aniquilación termonuclear del mundo. El Dr. Ron Paul nos advierte:
«El presidente Joe Biden anunció la semana pasada que los Estados Unidos financiaría —y posiblemente libraría— tres guerras en tres partes distintas del mundo al mismo tiempo. Es una política exterior ambiciosa para un presidente que ni siquiera parece ser capaz de expresar un pensamiento coherente sin la ayuda de un teleprompter.
Casi todas las palabras del discurso de Biden eran falsas, incluida la absurda sugerencia de que «el liderazgo americano es lo que mantiene unido al mundo. Las alianzas americanas son las que nos mantienen a salvo, a América».
El intervencionismo de los EEUU en Ucrania durante más de diez años y en Oriente Próximo durante décadas ha llevado a esas dos regiones al borde de una explosión sin precedentes. Y por si fuera poco, los neoconservadores de Biden también están decididos a llevarnos a la guerra con China por Taiwán. ¡El mundo se está desmoronando literalmente delante de nosotros mientras Biden afirma que somos lo único que lo mantiene unido!
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