RESUMEN: Dada la importancia de la escuela de Salamanca, los economistas de la escuela austriaca ocupan una posición privilegiada con respecto al estudio de la literatura. Específicamente, están bien adaptados para comprender un texto fundamental en la historia moderna de la forma novedosa. Don Quijote de la Mancha (1605/1615) de Miguel de Cervantes (1547-1616) está impregnado del pensamiento de la escuela de Salamanca, especialmente del gran escolástico tardío Juan de Mariana (1536-1624). Así como existen razones para enseñar el pensamiento económico moderno temprano en los departamentos de literatura; hay razones para enseñar a Don Quijote en los departamentos de economía. Este ensayo es una introducción a las similitudes filosóficas, políticas y económicas entre Cervantes y Mariana con la esperanza de que más liberales clásicos presten atención a la primera novela moderna como un reflejo de los contornos generales de nuestra perspectiva..
PALABRAS CLAVE: Miguel de Cervantes, acuñación, Don Quijote, inflación, Juan Mariana, política monetaria, escolasticismo, escuela de Salamanca, España
CLASSIFICACIÓN JEL: B11, B31, N1, N43
Eric Clifford Graf (ericgraf@ufm.edu) es profesor de literatura en la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala.
Quarterly Journal of Austrian Economics 21, no. 2 (Verano 2018) edición completa, clic aquí.
INTRODUCCIÓN
Los economistas de la escuela austriaca han sostenido durante mucho tiempo que la mentalidad de libre mercado, que alcanzó su punto máximo durante el período liberal clásico de los siglos XVIII y XIX, tiene sus orígenes en el período moderno temprano, especialmente en las ideas de los pensadores escolásticos tardíos de la España de los siglos XVI y XVII conocida como la escuela de Salamanca. Hombres como Domingo de Soto (1494-1560), Martín de Azpilcueta (1491-1586), Diego de Covarrubias (1512-1577), Luis Saravia de la Calle (1500s), Tomás de Mercado (1525-1575), Luis de Molina (1535-1600), Felipe de la Cruz Vasconcillos (1500) y Juan de Mariana (1536-1624), estaban ansiosos por definir, analizar, debatir y explicar temas que siempre han interesado a los economistas austriacos: las tasas de interés, los precios de bienes y servicios, las causas y efectos de la inflación, la conveniencia de diferentes políticas monetarias y la relación entre oferta y demanda.
En el contexto de la importancia de la escuela de Salamanca, los economistas de la escuela austriaca ocupan también una posición privilegiada en lo que respecta al estudio de la literatura. Específicamente, están bien adaptados para comprender y explicar un texto clave al comienzo de la historia moderna de la forma novedosa. Don Quijote de la Mancha (1605/1615) de Miguel de Cervantes (1547-1616) es un texto impregnado del pensamiento de la escuela de Salamanca. Dado el reciente abuso de Thomas Piketty de las novelas de Jane Austin, Honoré Balzac y F. Scott Fitzgerald, los austriacos deberían considerar el uso de la novela de Cervantes como una especie de respuesta al neomarxista francés. Así como existen excelentes razones para enseñar el pensamiento económico moderno temprano en los departamentos de literatura; hay excelentes razones para enseñar a Don Quijote en los departamentos de economía.
En el contexto de la relación entre la escuela de Salamanca y Don Quijote, el gran pensador jesuita Juan de Mariana (1536-1624) fue la influencia más importante. Tres libros de Mariana son fundamentales para entender a Cervantes: 1) Historia general de España (latín 1592, español 1601), la primera historia moderna de España, insuperable hasta el siglo XIX; 2) De rege et regis institutione (1598/1605), un manual de consejos principescos escrito para Felipe III (r. 1598-1621); y 3) De monetae mutatione (1609), la respuesta más grande y temprana a la política monetaria inflacionaria estatista.
Ahora, entre los especialistas de Cervantes, el consenso define al novelista como un reformador humanista interesado en la forma burguesa y privada del cristianismo defendido por Erasmo de Rotterdam. El mismo Cervantes señala esta orientación ideológica en Don Quijote 2.62 cuando su protagonista entra en una imprenta de Barcelona y alude a La luz del alma cristiana (1554) del fraile erasmista Felipe de Meneses. Reformadores religiosos como Meneses se convirtieron en blanco de la Contrarreforma, por lo que no sorprende que en el mismo capítulo, y por enésima vez, Cervantes critique a la Inquisición. El narrador informa que las autoridades religiosas ordenan la destrucción de la cabeza encantada, dispositivo propiedad de Antonio Moreno, personaje cuyos valores liberales se anticipan a los de Voltaire, Jefferson y Twain (todos lectores apasionados de Don Quijote por cierto). Las obras clásicas de la crítica literaria que establecieron esta interpretación de Cervantes son El pensamiento de Cervantes (1925) de Américo Castro, Érasme et l’Espagne, recherches sur l’histoire spirituelle du XVI de Marcel Bataillon (1937) y Cervantes y la visión humanista de Alban Forcione (1983).
Dado el predominio de la interpretación erasmiana de Cervantes, especialmente en las universidades fuera de España, aún tenemos que demostrar hasta qué punto fue influenciado por los escolásticos tardíos de su propio país. Y dada su condición de principal salamantino a principios del siglo XVII, Mariana ofrece los medios más eficaces para articular esta respuesta. Iré más allá: entre todos los intelectuales de la temprana Edad Moderna, Mariana, no Erasmo, es el más útil para desentrañar los grandes aspectos metafóricos y sociopolíticos de Don Quijote.
Aquí, pues, tanto para los especialistas en economía como para los especialistas en literatura, ofrezco nueve formas de entender los paralelismos intelectuales entre Mariana y Cervantes.
1. CONTRA LA INQUISICIÓN
Los humanistas reformistas de los Países Bajos no fueron los únicos que criticaron al Tribunal del Santo Oficio. Tanto el primer historiador español moderno como el inventor de la novela moderna rechazaron la política de pureza racial de la institución y su persecución de individuos como el poeta teológico Fray Luis de León o el arzobispo reformista Bartolomé de Carranza. En De rege, Mariana defendió a los judíos conversos: «Todas esas familias que hoy brillan con puro linaje tenían orígenes oscuros y humildes; si se hubiera cerrado la puerta a plebeyos y conversos, hoy no tendríamos nobleza» (3.4). Por su parte, a lo largo de su carrera literaria, Cervantes se burló de la obsesión española por la pureza de sangre. Lo hace en episodios de Don Quijote que destacan el mestizaje en parejas románticas como Aldonza Lorenzo y Don Quijote (1,25-26) y Zoraida y Ruy Pérez de Viedma (1,37). Asimismo, destaca el estatus multirracial de las supuestas amantes del caballero manchego, como Dulcinea (2,10) y Altisidora (2,57). Esta crítica también aparece en las llamadas novelas ejemplares como La novela y coloquio de los perros (ambas hacia 1605) y en intermedios cómicos como Retablo de las maravillas (p. 1615), donde Cervantes cuestiona la pureza racial de una pareja parlante de perros y casi cualquier español que asista al teatro. Y la teoría del linaje de Don Quijote (2.6) se hace eco de la de Mariana.
2. CONTRA LA CENSURA
Complementando sus críticas a la Inquisición, Mariana y Cervantes se opusieron a la censura. Mariana sorprendió a muchos cuando aprobó la edición de Benito Arias Montano de la políglota Biblia Regia (1572). En numerosos episodios de Don Quijote, Cervantes vincula la destrucción de libros a la persecución de seres humanos individuales: la quema de los libros del caballero loco (1,6-7), la defensa de libros similares por el posadero Palomeque (1,32), la crítica de la Inquisición en la imprenta de Barcelona (2,62), la visión de Altisidora de demonios torturando libros en el infierno (2,70) y el regreso de Sancho Panza a casa con el culo vestido de bucarán como víctima de la Inquisición (2,73). Dadas las otras conexiones entre Mariana y Cervantes, la presencia de la Reina Doña Maguntia en Don Quijote 2.38 probablemente alude a la ciudad alemana donde publicó la segunda edición de De rege. La edición de Maguntia de De rege de 1605 contenía un nuevo capítulo radical sobre el dinero, que luego serviría de base para el De monetae, aún más polémico de 1609, que, por su parte, tuvo que ser publicado en Colonia y provocó que las autoridades de Habsburgo para arrestarlo y llevarlo a juicio por lesa majestad.
3. DERECHO A LA AUTODEFENSA
La ley natural fue el fundamento esencial del pensamiento escolástico tardío. Así, en De rege Mariana no solo defendió el derecho de los hombres libres a portar armas, argumentó que se les debe permitir fortalecer sus cuerpos a través de ejercicios militares (1.5). Cervantes hace que Sancho abrace la ley natural cuando rechaza las leyes de caballería preconizadas por su maestro: «a la hora de defender mi persona, no me importan mucho tus leyes, porque otras tanto divinas como humanas permiten que cada uno se defienda contra quien quiera hacernos daño» (1.8). En la segunda parte de Don Quijote, una cierta continuidad entre los personajes Antonio Moreno, Claudia Jerónima y Roque Guinart incluso insinúa la resistencia de la nobleza catalana a los esfuerzos de los Habsburgo por proscribir un tipo específico de escopeta de la modernidad temprana (2.60-65). Y hay una profunda ironía en el hecho de que el campesino Sancho triunfe en su enfrentamiento físico con Don Quijote (2,60), porque fue su propio maestro quien le enseñó la dignidad necesaria para rebelarse contra la sumisión que le exigían las normas medievales. La novela de Cervantes indica que la ley natural, según la cual ningún hombre libre merece ser forzado contra su voluntad, tuvo implicaciones subversivas para la política, las relaciones sexuales y las instituciones de la época como el feudalismo y la esclavitud.
4. LÍMITES AL PODER DE LOS REYES
Tanto Mariana como Cervantes querían controles sobre el poder monárquico. Esto no debería sorprender: los escolásticos enfatizaron los orígenes populares de la soberanía y muchas de sus fuentes medievales preferidas, como Aquino, aprobaron el tiranicidio. Como de costumbre, Mariana fue más radical que sus pares con respecto a este tema, no solo insistió en el derecho a matar a los tiranos, sino que amplió su definición de tirano para incluir al príncipe que infla la oferta monetaria. En De rege llegó a argumentar a favor de la matanza de reyes para que éstos reconocieran los límites de su poder y el castigo que les aguardaba si recurrían a la tiranía: «Es, sin embargo, saludable para los príncipes estar persuadidos de que si oprimen el reino, si se vuelven intolerables debido a sus vicios y crímenes, entonces se les puede quitar la vida, no solo por derecho, sino también ganándose el aplauso y la fama de las generaciones futuras» (1.6).
Cervantes, por su parte, establece un tono similar en Don Quijote al citar el estribillo «bajo mi manto, mato al rey» en el primer prólogo y aludiendo «a algún crimen de lesa majestad» en el segundo. También alude al calvinismo en los piratas de La Rochelle (1,41), sugiriendo cierto grado de simpatía por los monarcómanos, que abrazaron una versión protestante de la perspectiva jesuita radical de hombres como Mariana.
5. ARISTÓTELES Y PLATÓN
Otra forma de entender la mentalidad compartida por Mariana y Cervantes es a través de su preferencia por Aristóteles sobre Platón. Esta polémica temprana moderna a menudo se exagera, pero sigue siendo cierto que, al pensar en los gobiernos, los humanistas siguieron a Platón en su énfasis en el idealismo cósmico, la especulación abstracta y un plan de estudios diseñado para mejorar el carácter de los príncipes; mientras que los escolásticos siguieron a Aristóteles en su énfasis en el realismo, la perspectiva histórica, los problemas económicos, los múltiples sistemas políticos y la necesidad de límites formales al poder de los reyes. Por ello, historiadores como Joseph Schumpeter, Murray Rothbard y Quentin Skinner han localizado los orígenes de la teoría política moderna en pensadores como Francisco de Vitoria (c.1483-1546), De Soto, Molina, Francisco Suárez (1548-1617), y Mariana. En Don Quijote, Cervantes articula este mismo contraste a través de una serie de alusiones a la alegoría de la cueva de Platón, que torna absurda por medio del lema escolástico latino en la carta del caballero al gobernador Sancho Panza: «Amicus Plato, sed magis amica veritas». (2.51), que significa «Platón es un amigo, pero la verdad es un mejor amigo».
6. NOSTALGIA POR LOS FUEROS Y CORTES MEDIEVALES
En Don Quijote también encontramos ansiedad por la falta de constitucionalismo en la España moderna temprana. Antes de que el gobernador Sancho Panza parta hacia la isla de Barataria, Don Quijote le da amplios consejos políticos. Al final, el caballero expresa horror por la incapacidad de su escudero para leer o escribir. También hay un juego de palabras entre dos sentidos del término «documentos» (2.42–43), que significa «instrucciones» pero también «textos escritos». Sancho subraya la importancia política de la segunda definición: será necesario que me las den por escrito. Luego, tenemos el caos contenido en «Las Constituciones del Gran Gobernador Sancho Panza» (2.51), las cuales presentan serios desafíos morales para cualquier lector con formación en derecho constitucional.
Es Mariana quien nos ayuda a comprender la especificidad de estas anticipaciones del constitucionalismo moderno en Don Quijote, así como qué tiene que ver todo esto con Zaragoza, la ciudad más mencionada en la novela. En De rege, Mariana articula una trágica nostalgia por los controles sobre la autoridad monárquica que alguna vez fueron sostenidos por las cartas (fueros) y los parlamentos (Cortes) de la época medieval. Señala las tradiciones de investidura y las leyes locales del Reino de Aragón como instituciones modelo y lamenta la brutal represión de la nobleza allí por Felipe II en 1591. Una de las grandes ironías de la trayectoria narrativa de Don Quijote es que el hidalgo ha tenido representación política real en el parlamento aragonés, mientras que él fue excluido del cuerpo castellano, que nunca concedió escaños a la baja nobleza y que ya había sucumbido al creciente poder absolutista de los Habsburgo.
7. HISTORIA VERSUS LEYENDA
Además de su manual de consejos principescos y sus tratados de política monetaria, la influencia de Mariana en Don Quijote se puede ver en la tendencia del protagonista a fusionar hechos históricos y fantasías caballerescas. El duro realismo de Historia de España parece haber causado un trauma psicológico nacional. En la visión de Mariana de la Historia de España, héroes tradicionales como Alfonso X el Sabio y Enrique II el Honorable y villanos como Pedro I el Cruel cambiaron de lugar según el contenido metálico de sus respectivas monedas. El historiador jesuita descubrió que Alfonso X tergiversó el valor de sus monedas y que las monedas de Pedro I eran superiores a las de su rival Enrique II. La locura de Don Quijote tiene mucho que ver con la desorientación ideológica provocada por la larga historia de manipulación monetaria, tema que Mariana desplegó como desiderátum de lealtad política a los reyes de España.
8. CINISMO
La política barroca, desilusionada y antiimperialista que comparten Mariana y Cervantes nos permite comprender una metáfora superpuesta que se encuentra en sus respectivas magna opera. Ambos escritores se interesaron mucho por el ejemplo clásico de Diógenes de Sinope, uno de los fundadores de la filosofía cínica. Diógenes prefería la compañía de perros a los hombres y una vez se burló de Alejandro el Grande pidiéndole que se apartara y dejara de bloquear la visión del sol del filósofo. En el prólogo de De monetae mutatione, Mariana se presenta a sí mismo como Diógenes y, por lo tanto, no tiene miedo de hablar en contra de las manipulaciones monetarias del rey Felipe III y el duque de Lerma. Asimismo, en La novela y coloquio de los perros, escrita hacia 1605, coetánea de Don Quijote, Cervantes señala que la quijotesca locura del alférez Campuzano está íntimamente relacionada con la filosofía de Diógenes y luego procede a criticar la política monetaria de los Habsburgo. Mariana podría haber leído una versión manuscrita de la ejemplar novela de Cervantes sobre los perros que hablan antes de escribir el prólogo de su tratado monetario sobre los mismos temas; o, viceversa, algunas partes de La novela y coloquio de los perros podrían haberse escrito más cerca de 1609, es decir, bajo la influencia de una versión del controvertido tratado de Mariana.
9. POLÍTICAS ECONÓMICAS Y MONETARIAS
Mariana y Cervantes comprendieron la importancia fundamental de la libertad económica, como imperativo moral general y como medio de enriquecimiento de los ciudadanos de España. Cervantes sitúa las negociaciones del libre mercado y del libre trabajo en el centro de episodios clave. La brutalidad de la esclavitud en el encuentro de Don Quijote con Andrés y Haldudo y su ataque a los comerciantes de Toledo en Don Quijote 1.4 cierra el círculo y es sustituido por el milagroso acuerdo del hidalgo para compensar a Sancho por sus servicios en 2.71 y 2.74. Luego está el hecho de que sin un intenso trueque por parte del narrador por el manuscrito perdido en el mercado de Toledo en Don Quijote 1.9, la novela tal como la conocemos no existiría.
Mariana y Cervantes consideraron la manipulación monetaria una tiranía. Para Mariana, esta conciencia se hizo realidad en el transcurso de casi veinte años de investigación. En su Historia de España de 1592, examinó las monedas de los reyes medievales. En el capítulo que añadió a la edición de 1605 de De rege, anunció que la manipulación monetaria de los Habsburgo era la base principal de su desilusión política. Finalmente, en 1609 difundió la misma crítica de manera abrumadora en De monetae. En Don Quijote, Cervantes alude a la política de adulterar las monedas de Castilla en múltiples ocasiones. En la edición de 1605: la descripción de las pezuñas de Rocinante (1.1), los temas del robo y el adulterio en los episodios de Sierra Morena (1.23, 1.33, etc.), y la fantasía esclavista de Sancho (1.29). En la edición de 1615: La aventura de Don Quijote con los leones (2,17), la Reina Maguntia (2,38) y los tres primeros casos resueltos por el gobernador Sancho en la Isla de Barataria (2,45).
En este último contexto, es decir, el de la relación moderna temprana entre la novela y la política monetaria de los Habsburgo, el capítulo de Mariana «De moneta» en la edición De rege de 1605 merece mucha más atención de la que ha recibido. Mi tesis es que alguna versión de este ensayo es la fuente más probable de la atención de Cervantes a la manipulación monetaria y la tiranía de los Habsburgo en La novela y coloquio de los perros y Don Quijote, que fueron escritos y publicados respectivamente en el mismo año. En el apéndice que sigue, traducido y publicado por primera vez en inglés, se encuentra el primer tratado monetario de Mariana, que constituye una prueba más de que estos dos gigantes intelectuales, el inventor de la novela moderna y la figura culminante de la escuela de Salamanca, se leyeron los unos a los otros con mucha atención.1
- 1Explicaciones adicionales para las sincronicidades entre Cervantes y Mariana incluirían el redescubrimiento general de Platón y Aristóteles durante el siglo XVI, la probabilidad de que Cervantes también recibiera una educación jesuita y el hecho de que ambos hombres experimentaron intensos grados de desilusión con las políticas de Felipe II y Felipe III.