¿La Fed está aflojando o apretando? Es complicado.
Gracias al balance de la Fed y a su política en materia de acuerdos de recompra inversa, es difícil saber si la Fed se muestra agresiva o pesimista.
Gracias al balance de la Fed y a su política en materia de acuerdos de recompra inversa, es difícil saber si la Fed se muestra agresiva o pesimista.
Aunque el dólar de EEUU sigue siendo la moneda de «reserva» del mundo, su abuso por parte de la Fed y el gobierno federal lo ha debilitado precipitadamente. Aunque el presidente electo Trump reconoce las amenazas sobre el dólar, ¿está dispuesto a hacer lo necesario para cambiar la situación?
El mundo está inundado de burbujas de deuda, pero los políticos siguen gastando, lo que requiere aún más intervención de los bancos centrales —y más burbujas. Max Rangeley ha editado La era de las burbujas de deuda, que detalla los peligros a los que nos enfrentamos y cómo detenerla.
Las tasas de interés, la inflación, los precios de la vivienda y el gasto federal plantean grandes retos a una administración Trump que está mal preparada para hacer frente a los profundos problemas de la economía de los EEUU.
La Reserva Federal sigue siendo el socio no tan silencioso del temerario plan de gasto deficitario del Gobierno. Mientras la Fed intenta forzar a la baja los intereses, los rendimientos de los bonos de EEUU suben, ya que los mercados reconocen estas políticas bifurcadas.
La Primera Guerra Mundial fue decisiva para impulsar la influencia de ese hijo del progresismo y el corporativismo de Wall Street: el Sistema de la Reserva Federal.
El mandato democrático de la administración Trump entrante, junto con el control republicano del Congreso y un enfrentamiento de voluntades e
La supervisión federal de cada transacción de metales reciclados supondría una intromisión en la vida cotidiana de los particulares y las empresas a una escala nunca vista.
La Fed quiere la independencia para poder servir a los intereses de la clase banquera. Aquí no hay ningún principio superior. Sólo hay poder.
La Fed afirma que las cosas van muy bien, pero su presidente, Jerome Powell, recibió tres preguntas en la conferencia de prensa que le costó responder con sinceridad.