En vez de guerra, Rusia, Ucrania y sus aliados deberían probar el libre mercado
Para sorpresa de nadie, los gobiernos que interfieren en sus economías a cada paso están en guerra entre sí. Tal vez haya otro camino hacia la paz.
Para sorpresa de nadie, los gobiernos que interfieren en sus economías a cada paso están en guerra entre sí. Tal vez haya otro camino hacia la paz.
Los escritores colectivistas y neomercantilistas de hoy buscan la prosperidad por un camino que necesariamente nos aleja cada vez más de la paz.
Con demasiada frecuencia, la gente acepta la «solución» patrocinada por el Estado a un problema percibido como la opción lógica. Pero esta «solución» es realmente un non sequitur.
Los críticos del libre mercado afirman que el capitalismo causa pobreza. Después de que se levantaran las restricciones económicas contra la casta de los dalits de India, muchos dalits pudieron conseguir una vida mejor y salir de la pobreza.
«Bajo el socialismo la producción está enteramente dirigida por las órdenes de la junta central. Toda la nación es un 'ejército industrial' y cada ciudadano está obligado a obedecer las órdenes de su superior».
Hay muchos para elegir, pero Scott Trask elige diez de los errores económicos más flagrantes que han salpicado la historia de la política económica americana.
Es un mito que la investigación científica dejada a merced del libre mercado sería insuficiente para las necesidades tecnológicas modernas. De hecho, la planificación centralizada de la innovación sólo la ahogará.
Sobre el libro de Keynes se ha fundado una nueva iglesia económica, completamente dotada de todas las propiedades propias de una iglesia, como una revelación propia, una doctrina rígida, un lenguaje simbólico, una propaganda, un sacerdocio y una demonología.
La economía de mercado como ámbito de libertad, espontaneidad y libre coordinación no puede prosperar en un sistema social que es todo lo contrario.
El fascismo carteliza el sector privado y niega derechos y libertades fundamentales a los individuos. Esto describe la política dominante.