Mises Wire

Ante un «enemigo invisible», muchas naciones occidentales han puesto en marcha medidas de emergencia que en su día se consideraron distópicas y totalmente incompatibles con la democracia liberal.

En lugar de difundir la «democracia» bombardeando naciones extranjeras, Estados Unidos difundirá la «salud» repartiendo vacunas producidas por conglomerados farmacéuticos intocables.

La crisis puede cambiar, pero su respuesta seguirá siendo la misma: el sacrificio de nuestra libertad a los caprichos de los aspirantes a planificadores centrales. Debemos mantener encendida la antorcha que Ludwig von Mises nos ha transmitido.

Dejemos de fingir que el impago no tiene precedentes. Estados Unidos dejó de pagar sus deudas en 1934 y de nuevo en 1979. Hoy en día, incurre en un impago de facto mediante la represión financiera y la inflación monetaria.

Fue un golpe de Estado incruento. Los Federalistas, mediante el uso de innumerables trucos sucios, habían logrado desafiar los deseos de la mayoría del pueblo americano y crear una nueva constitución.

«Mi preferencia sería que todos los bancos centrales estatales fueran cerrados y arrasados, para que el verdadero dinero volviera a ser producido por empresas privadas. Si no, al menos la competencia entre las monedas nacionales debería ser lo más grande posible». —Murray Rothbard, 1993

Justin Trudeau ganó con una débil «victoria» en las elecciones canadienses de la semana pasada, pero sin embargo reclamó un «mandato» para los pasaportes de vacunas y enormes aumentos del gasto federal.

Mientras continúan las intervenciones militares de Estados Unidos en varios continentes, debemos recordar que gran parte de la política exterior de EEUU es poco más que la limpieza de los desórdenes que EEUU ha creado.

A medida que la inflación se haga más evidente, los gobiernos culparán a las empresas de ser las causantes de la inflación que los responsables políticos han alimentado.

El público debe llegar a comprender mejor que sin propiedad privada no hay libertad; que no hay un medio seguro; y que los ciudadanos estamos comprometidos en una lucha constante con el gobierno sobre la cantidad de nuestra propia propiedad, y de los frutos de nuestro propio trabajo.