El Estado versus los empresarios: la prosperidad siempre pierde
Mientras los gobiernos afirman querer el bienestar de sus ciudadanos, atacan inevitablemente la verdadera fuente de prosperidad: el emprendimiento.
Mientras los gobiernos afirman querer el bienestar de sus ciudadanos, atacan inevitablemente la verdadera fuente de prosperidad: el emprendimiento.
Mucha gente cree que el juego de mesa Monopoly, desarrollado durante la Gran Depresión, imita la economía capitalista del mundo real. El Monopoly es un juego, no la vida real.
La caída de la Pac-12 es el desafortunado final de una orgullosa institución universitaria. Pero su muerte no es culpa de una codicia incurable, sino de la propia incapacidad de la conferencia para ser competitiva en el juego.
El cálculo económico no es una proposición de lo uno o lo otro. Incluso en las llamadas economías de mercado, como la de los EEUU, hay mucha intervención gubernamental que distorsiona los procesos de mercado.
Demasiados comentaristas económicos afirman que los monopolios son la causa de la inflación. El análisis económico austriaco demuestra que esto es imposible.
Mientras que la lluvia en un concierto al aire libre es una molestia para la mayoría de los asistentes, unos pocos empresarios no vieron «peniques del cielo», sino dólares.
Aunque muchos creen que la tecnología es clave para una economía en crecimiento, la tecnología es inútil sin el emprendimiento, que desarrolla usos para la tecnología.
Los llamamientos a los consumidores negros para que «compren negro» pueden interpretarse como socialmente divisivo, pero también son una forma de animar a los empresarios negros en un mercado libre.
La cultura moderna tiene prejuicios contra los ricos, aunque dependa de la riqueza que han creado los empresarios exitosos.
La economía austriaca no es una teoría árida. Nos ayuda a dar sentido a nuestro mundo y demuestra que el intercambio y la producción tienen un lugar en nuestro universo moral.