Empresarialidad

La economía moderna afirma que los métodos cuantitativos son fundamentales para entender el análisis económico. Mises demostró por qué esta creencia es falsa.

Los programas masivos de «estímulo fiscal» de los gobiernos europeos no lograron reducir el desempleo. La última palabra de moda en el continente es el «Estado empresario», basado en la ilusión de que el gasto gubernamental y la regulación son responsables de la creación de riqueza por parte de los empresarios privados.

El comercio no es más que la liberación de lo que uno tiene en abundancia para obtener alguna otra cosa que quiere. 

Una persona no puede hacer el bien si no es en una situación en la que también existe la opción de hacer el mal. 

Resulta llamativo comprobar que los diques no sólo se construyeron sin el Estado, sino que las zonas de los diques pueden considerarse territorios secesionistas, que se acercan a las sociedades de ley-privada. 

Es el hombre que quiere licores alcohólicos para cualquier propósito honesto, que usaría su libertad sin abusar de ella, que no ocasionaría ningún cuestionamiento público, y no molestaría a nadie en absoluto.

La única forma permanente de curar la pobreza es aumentar la capacidad de ganancia y la productividad de los pobres.

Los bienes de capital están disponibles gracias a la seguridad de los derechos de propiedad privada y a una clase de personas dispuestas a ahorrar e invertir. Sin esto, no puede haber grandes progresos en el nivel de vida. Pero todo esto lleva su tiempo.

En ausencia de un gobierno formal, parece que la frontera occidental no era tan salvaje como la leyenda nos haría creer.

Es absurdo decir que queremos acabar con la religión, la educación, la propiedad, el trabajo y las artes simplemente porque nos oponemos a las subvenciones del gobierno. Más bien, nos oponemos simplemente a robar a un grupo de ciudadanos y entregar su riqueza a otros.