Filosofía y Metodología

Elegir entre el trabajo y el ocio no es como elegir entre manzanas y naranjas. A mucha gente le gustan ambos tipos de fruta. Pero el trabajo implica desuso, así que una mejor elección es esta: entre manzanas y naranjas podridas.

Si insistimos en la responsabilidad «colectiva» asignada a naciones enteras, entonces debemos naturalmente castigar a los inocentes junto con los culpables.

¿Puede una ley científica permitirnos predecir el curso de la historia? Los marxistas se inclinan en esta dirección, pero Karl Popper dice que es imposible. ¿Está en lo cierto?

La economía se presenta hoy en día como una disciplina predictiva que no predice nada correctamente; una disciplina prescriptiva que prescribe las políticas equivocadas; y una disciplina empírica que recopila datos pero que se equivoca.

Susan Neiman sostiene que los sureños deben reconocer la culpa por la esclavitud, la segregación y los linchamientos, y «trabajar» el pasado. Pero la responsabilidad colectiva es una quimera, y una peligrosa.

La ciencia económica de libre mercado es a menudo ignorada por ser «ideológica» en lugar de científica. Probablemente suena inteligente para los analfabetos económicos, pero decididamente no lo es.

¿Sólo ayudar e instigar a alguien a cometer un acto agresivo es una violación del principio de no agresión? ¿Y si «sólo» estuvieras conduciendo el automóvil de huida?

¿Cómo pueden los paternalistas decir que cuando te hacen más difícil fumar no están interfiriendo con tu libertad? Se les ha ocurrido un razonamiento extraño.

Mantener la democracia sin críticas como un ideal pasa por alto la cuestión de si la democracia de mercado o la democracia política sirve mejor a los ciudadanos.

Al presentar al Estado como parte integral de la economía y la sociedad, los defensores del «libertarismo de la capacidad estatal» ignoran la naturaleza política, es decir, depredadora, única del Estado.