Otras Escuelas de Pensamiento

El significado de la libertad económica es este: que el individuo está en posición de elegir la forma en que quiere integrarse en la totalidad de la sociedad.

La economía americana no pudo recuperarse de los ataques legislativos de las administraciones republicana y demócrata. La empresa individual, el principal resorte de una riqueza sin precedentes, no tuvo oportunidad.

¿Tus vecinos hacen cosas que te molestan? Sólo llama al gobierno. Están listos y dispuestos a ayudar con cualquier esfuerzo que aumente su poder e influencia, 24 horas al día, 7 días a la semana.

No, el valor «social» no es lo que se quiere o piensa que es bueno, y «nosotros» no somos una entidad homogénea de preferencias observables y agregadas.

Incluso cuando aparece una quiebra económica, puede que todavía haya suficientes ahorros reales en la economía para volver a ponerla rápidamente en marcha. Esto es lo que trae la recuperación económica, no un «estímulo» artificial.

Para que el debate político se incline a favor del Estado, sólo hace falta una crisis, real o imaginaria. Las masas abandonarán entonces cualquier resistencia que hayan tenido a las últimas intervenciones del Estado.

En una economía sin trabas, el monopolio no es una estructura que se distinga de la competencia «pura». De hecho, los monopolios ineficientes surgen sólo en caso de intervencionismo del gobierno.

Son las ideas las que determinan lo que la gente considera sus intereses. Los hombres libres no actúan de acuerdo con sus intereses. Actúan de acuerdo con lo que creen que fomenta sus intereses.

Es teóricamente concebible pero poco probable que la clase dominante se apresure a adoptar una filosofía y una economía política que acaben con su poder y los pongan, en efecto, fuera de juego.

Spencer advirtió de la esclavitud que se avecinaba en 1884, y George Orwell, en nuestra época, ha predicho que la plena consumación de esta esclavitud se alcanzará en 1984, exactamente un siglo después.