Patentes y progreso
Las patentes carecen de fundamento en los derechos naturales; al contrario, pueden ser un absurdo patente.
Las patentes carecen de fundamento en los derechos naturales; al contrario, pueden ser un absurdo patente.
Gregory Salmieri, defendiendo un Estado mínimo, afirma que una anarquía de libre mercado se caracterizaría por «la guerra y la realpolitik». Eso se parece más a lo que tenemos hoy en día bajo el dominio del Estado.
Robert Kagan está de acuerdo en que los intervencionistas americanos de la Segunda Guerra Mundial eran imperialistas, pero sostiene que una forma de imperialismo basada en los valores americanos era el objetivo político adecuado entonces y lo sigue siendo hoy.
Los liberales igualitarios piensan que las libertades básicas pueden ser violadas en la búsqueda de la igualdad e incluso que «el deber natural de promover la justicia implica directamente un deber de establecer Estados».
Es difícil explicar a través de la evolución cómo conocemos las verdades necesarias. ¿Nos da esto razones para abandonar la verdad necesaria? Nozick cree que sí.
¿Es la elección pública una mejor defensa del libertarismo de libre mercado que los derechos naturales? Michael Munger cree que sí.
Santayana cree que el Estado puede satisfacer espiritualmente al pueblo aunque lo explote. El único problema es que los Estados van a la guerra. ¿La solución? Un Estado mundial.
Mientras surgen estudios antiarmas a diestra y siniestra, merece la pena recordar que el derecho a la autodefensa no consiste simplemente en estar a salvo. Se trata de tener la opción de defenderse.
El Estado hace una división totalmente artificial de la humanidad y de nuestros deberes hacia ella: hacia un grupo estamos obligados por la ley, hacia el otro sólo por la prudencia de los salteadores de caminos.
Aunque Kuttner considera que el New Deal fue un gran éxito, él mismo expone algunos de sus muchos problemas.