Walter Block da lo mejor de sí mismo cuando somete los trabajos más aborrecibles y los comportamientos más desagradables a un escrutinio lógico y libertario. Defendiendo lo indefendible, de Block, ha pinchado e irritado a toda una generación de lectores y obligado a muchos a revisar creencias arraigadas en favor de la lógica del libertarismo. Ahora llega el segundo tomo: Defending the Undefendable: Freedom in All Realms (con un prólogo de Ron Paul) que promete más irritación de ese tipo para las generaciones futuras.
La introducción es un curso breve de libertarismo. Block explica que el libertarismo es una filosofía política que demuestra cuándo está justificado o no el uso de coerción. El libro examina 30 casos que a menudo parecen ilegales, inmorales o no éticos. Block analiza cada caso aplicando el patrón libertario y acaba exonerándolos de castigo por parte del gobierno.
Por favor, ten en cuenta que el autor solo está defendiendo estos casos según el patrón político del libertarismo y evaluando si deberían recibir la amenaza coactiva del Estado. No significa bajo ningún concepto que implique aprobación y recomendación. Simplemente significa que no deberían ir a la cárcel por su comportamiento.
El examen de estos casos difíciles es lo que nos ayuda a agudizar nuestra comprensión del libertarismo y nuestra capacidad de debatir y defender la sociedad libre. Estoy de acuerdo con el autor en que estudiar casos difíciles fortalece el libertarismo y mejora las posibilidades de alcanzar una sociedad libre. Mucha de mi propia investigación ha sido sobre estos casos difíciles, como traficantes de droga y contrabandistas. La gente, especialmente los estudiantes universitarios, encuentras estos casos interesantes y a menudo convincentes.
Hablando de casos difíciles, uno de mis colegas recientemente visitó Sudáfrica. Vio que había seguridad privada por todas partes. Se le dijo que él y sus pertenencias estaban seguros con seguridad privada, pero no cuando la policía del gobierno estaba al cargo. Mi colega señaló que una nación que entiende que el mercado proporciona un servicio mejor de seguridad, el más difícil de todos los casos, va a ser más fácilmente convencido de que el mercado puede proporcionar un mejor servicio de recogida de basuras.
El libro se divide en siete secciones. La primera, sobre comercio, contiene cinco breves capítulos: «The Multinational Enterpriser», «The Smuggler», «British Petroleum», «Nuclear Energy» y «The Corporate Raider».
British Petroleum es un buen caso difícil porque todos conocen el accidente en el Golfo de México, los 200 millones de galones de petróleo que se derramaron y que BP ha sido denostado por expertos de medios y políticos a causa de ello. Block empieza calificando a la gente en BP como héroes en parte porque hacen el trabajo difícil para que podamos conducir cómodamente cruzando el pueblo por diez centavos la milla.
Block pregunta si BP conocía los peligros de la perforación en aguas profundas. Por supuesto que sí, pero las regulaciones del gobierno impiden perforar en aguas poco profundas cercanas a la costa y dan incentivos para perforar en aguas profundas en mar abierto. Entretanto, los reguladores públicos no están realizando su trabajo, haciéndose el tonto, recibiendo sobornos y sin actualizar los estándares de seguridad para ocuparse de las nuevas perforaciones en aguas profundas.
Mientras BP era denostada por negligente y el petróleo continuaba desparramándose por el golfo, el gobierno de EEUU rechazaba ofertas a ayuda de empresas extranjeras especializadas en dichos derrames y que tenían más experiencia que las empresas de EEUU. También ofrecieron su ayuda barcos de otros países, pero, como pasó después del huracán Katrina, los voluntarios fueron rechazados. Block argumenta convincentemente por qué estos desastres son muy improbables que se produzcan en una sociedad libertaria y que esta tragedia fue el resultado de la intervención del gobierno.
La segunda sección sobre trabajo contempla los siguientes casos: «The Hatchet Man», «The Home Worker», «The Picket-Line Crosser», «The Daycare Provider», y «The Automator». En el caso de la automatización, sí destruye algunos empleos y esto debería ser celebrado por la sociedad, no denigrado o saboteado. El avance tecnológico es la principal fuente de aumento en la prosperidad y creación de empleo. Las máquinas pueden aumentar nuestra productividad y liberar mano de obra para producir otros bienes que sean escasos. El capítulo hace un estupendo trabajo mostrando cómo tiene lugar este proceso y cómo todos nos beneficiamos de la automatización y los robots.
La tercera sección se ocupa de los asuntos médicos e incluye capítulos sobre «The Smoker», «The Human-Organ Merchant» y «The Breast Milk Substitute Purveyor». En términos de progreso tecnológico, el trasplante de órganos humanos es uno de los grandes avances médicos de nuestro tiempo. Sin embargo, es asimismo uno que a menudo se entiende y gestiona mal. Para empeorar las cosas, EEUU tiene una política que pone al gobierno al cargo de obtener órganos humanos de los recientemente fallecidos (es decir, órganos humanos de cadáveres). También está al cargo de determinar quién recibe los órganos. Esta autoridad se ha trasladado a los administradores de hospitales que realizan trasplantes humanos y está supervisada por una red de estos administradores. Ahora va contra la ley mezclar fuerzas del mercado dentro o fuera de esta red y el resultado es una muy grande escasez de órganos humanos.
Esta escasez significa que un gran número de gente sufre la falta de un trasplante de órganos y que miles acaban muriendo por ello. Block concluye que deberíamos adoptar el mercado de órganos humanos y dejar que operen los mercados. Él y otros creen que las aseguradoras y hospitales podrían desarrollar un mercado en el que gran cantidad de gente reciba pequeños incentivos para firmar un contrato de donación de órganos, creando así una oferta mucho mayor de órganos de cadáveres. Esto también destruiría cualquier mercado negro de órganos humanos. Se opone correctamente a la idea de una orden «revocable» del gobierno para que todos donen sus órganos.
El resto del libro consiste en cuatro secciones adicionales, con los capítulos «Sexo», «Discriminadores», «Negocios» y «Los políticamente incorrectos». Lo que hizo Bastiat con las instituciones tradicionales de la sociedad, los ha hecho Walter Block con los indefendibles del mundo moderno. Los lectores desarrollarán una compresión más clara del libertarismo, así como de sus límites.