Según un nuevo informe de la Oficina de Estadísticas Laborales del gobierno federal de esta semana, la economía de EEUU añadió 175.000 empleos en el mes de abril, mientras que la tasa de desempleo subió ligeramente al 3,9%. Por primera vez en meses, los medios de comunicación no declararon que el informe sobre el empleo fuera «extraordinario» o «fuerte». En su lugar, la narrativa oficial parecía ser que la «ralentización de la economía» reduciría la inflación del IPC y, por tanto, la Reserva Federal pronto forzaría la bajada de los tipos de interés y provocaría el legendario «aterrizaje suave». No es de extrañar, pues, que el mediocre informe sobre el empleo provocara un repunte de las acciones, ya que Wall Street anticipa una bajada de tipos de la Reserva Federal.
Para cualquiera que se haya mostrado más escéptico sobre los informes de empleo del año pasado, no hay mucho que sorprenda en este informe, excepto el hecho de que parece que los empleos en nómina por fin reflejan la realidad. En general, este informe es simplemente una continuación de las tendencias actuales: es decir, los empleos a tiempo completo están disminuyendo y el «crecimiento del empleo» del que informan con tanto entusiasmo los medios de comunicación no parece reflejarse en términos de personas realmente empleadas. Si analizamos más detenidamente este informe, lo que realmente encontramos es que el número total de personas empleadas se ha estancado, mientras que medio millón de empleos a tiempo completo han desaparecido en el último año.
Encuesta de establecimientos vs. encuesta de hogares
El informe de la encuesta de establecimientos muestra que el total de empleos —que incluye los puestos a tiempo parcial y a tiempo completo— aumentó en 175.000 en abril. Sin embargo, la encuesta de establecimientos sólo mide el total de empleos y no el número de personas empleadas. Esto significa que, incluso cuando el crecimiento del empleo procede principalmente de personas con varios empleos a tiempo parcial, la encuesta de establecimientos muestra grandes aumentos mientras que el número total de personas empleadas no lo hace. De hecho, el número total de personas empleadas puede disminuir mientras aumenta el número total de empleos. En abril, mientras que el total de empleos aumentó en 175.000, el total de trabajadores por cuenta ajena sólo aumentó en 25.000.
Esta situación de los empleos a tiempo parcial puede ayudar a explicar por qué existe una brecha considerable entre la encuesta de establecimientos y la encuesta de hogares desde principios de 2022. Si observamos el aumento total de ambas medidas en los últimos tres años, vemos que se ha abierto una brecha que persiste desde hace más de dos años. De hecho, a partir del informe de abril, la brecha se sitúa en 3,6 millones. La encuesta de hogares también muestra que el total de personas empleadas se ha mantenido prácticamente sin cambios durante nueve meses. Desde agosto de 2023, el total de ocupados ha disminuido en 9.000 personas. En el mismo periodo, el total de «empleos» ha aumentado en más de 1,8 millones. Desde noviembre, el total de ocupados ha disminuido en 375.000 personas. En conjunto, el número total de personas empleadas se ha estancado en los últimos nueve meses.
Asumiendo que la encuesta de establecimientos sea una imagen realista de la economía —una suposición que puede o no ser cierta—, la economía actual está produciendo muchos más empleos que trabajadores reales.
Recesión en los empleos a tiempo completo
Si se compara el crecimiento total de personas empleadas con el crecimiento total de «empleos», se observa que prácticamente no hay crecimiento de personas empleadas a pesar del constante aumento del número total de empleos. Parece que el crecimiento del empleo se debe en su inmensa mayoría a empleos a tiempo parcial.
En los mismos nueve meses en los que el total de personas empleadas se ha estancado —y el total de empleos ha aumentado en 1,8 millones—, encontramos sobre todo un crecimiento de los empleos a tiempo parcial. En los últimos doce meses, el total de empleos a tiempo parcial aumentó en 1 millón. Durante el mismo periodo, los empleos a tiempo completo disminuyeron en más de 500.000. Es decir, la creación neta de empleo durante ese periodo ha sido toda a tiempo parcial. El gráfico compara cuánto han crecido los empleos a tiempo completo y a tiempo parcial desde enero de 2022. Se observa que, desde principios de 2022, el crecimiento del empleo a tiempo completo ha aumentado un 2%, mientras que el crecimiento del empleo a tiempo parcial ha aumentado casi un 8%. Desde principios de 2023, los empleos a tiempo completo se han estancado, mientras que los empleos a tiempo parcial han crecido considerablemente.
El indicador de empleos a tiempo completo refleja ahora lo que hemos visto en los empleos temporales durante meses. Desde hace décadas, siempre que los servicios de ayuda temporal son negativos, año tras año, durante más de tres meses seguidos, los EEUU se encamina hacia la recesión. Esta medida es ahora negativa en los Estados Unidos desde hace dieciocho meses.
De hecho, en los últimos tres meses, la medición interanual de los empleos a tiempo completo ha entrado en territorio de recesión. Los empleos a tiempo completo descendieron, año tras año, en febrero, marzo y abril. En los últimos cincuenta años, tres meses seguidos de crecimiento negativo de los empleos a tiempo completo han sido siempre una señal de recesión y han ocurrido cuando los Estados Unidos ha estado en recesión o a punto de entrar en recesión:
Esto es de esperar en una economía debilitada. Los estudios empíricos han demostrado que las economías tienden a pasar al trabajo a tiempo parcial en tiempos de recesión económica como medio de permitir a los empresarios más flexibilidad para reducir costes. Esto se ha observado a escala internacional, y no sólo en los Estados Unidos.
Del mismo modo, los empleos temporales suelen ser los primeros que eliminan las firmas y, como dice el BLS, «los acuerdos laborales flexibles que proporcionan las agencias de trabajo temporal permiten a las firmas reducir sus operaciones fácilmente y sin el gasto añadido de la indemnización por despido o tener que despedir a sus mejores trabajadores». En una economía que se debilita, ya no es necesario recurrir a los trabajadores de las ETT como medio de selección de posibles nuevos trabajadores o de añadir horas de trabajo para complementar la mano de obra a tiempo completo. Parece que, en el último año, la necesidad de nuevos trabajadores se está desvaneciendo rápidamente y prescindir de los trabajadores temporales es una forma barata de recortar gastos.
Si echamos un vistazo más amplio, encontramos muchos datos preocupantes en los indicadores adelantados: El índice manufacturero de la Fed de Filadelfia está en territorio de recesión. Lo mismo ocurre con la encuesta manufacturera de la Fed de Richmond. El índice de indicadores adelantados del Conference Board sigue apuntando a la recesión. La curva de rendimiento apunta a la recesión. El sector inmobiliario comercial tiene graves problemas. El ahorro neto se volvió negativo por segunda vez en décadas en 2023, y ha sido negativo durante cuatro trimestres consecutivos. El crecimiento económico que vemos está siendo alimentado por los mayores déficits desde la crisis.
De hecho, puede que estemos llegando al punto en que los observadores más perspicaces pero cautos empiecen a declarar que la economía de EEUU está realmente «en recesión». De hecho, hoy en el Forward Guidance Podcast, la observadora de la Fed Danielle DiMartino Booth dijo esto:
«Teniendo en cuenta lo débil que ha sido la producción industrial, teniendo en cuenta lo que dicen las revisiones de los ingresos personales menos las transferencias del gobierno... Teniendo en cuenta lo que estamos viendo, cada vez parece más que EEUU ha entrado efectivamente en recesión». Sugiere que la recesión actual comenzó en octubre de 2023.
¿Son las débiles cifras de empleo de hoy una señal de la debilidad del mercado laboral que se esconde bajo la superficie?
Así es como @DiMartinoBooth ve las cosas:
- La recesión probablemente comenzó en octubre de 2023
- Los datos del censo revelan que la economía empezó a perder empleos en el tercer trimestre (192.000 *pérdidas netas* de empleo en el tercer... pic.twitter.com/ND6Qnv2guV— Jack Farley (@JackFarley96) 3 de mayo de 2024
A pesar de todo esto, algunos miembros de la casta de economistas y vendedores de inversiones que promueven la inversión permanente siguen sugiriendo que se está produciendo un «aterrizaje suave» y que pronto se producirá una «desinflación».
Sin embargo, la conferencia de prensa del miércoles del FOMC sugiere que el presidente Powell y los economistas de la Fed se han dado cuenta de que la narrativa de la desinflación no parece reflejar la realidad. Como mostraron los datos del IPC del mes pasado, el crecimiento de los precios alcanzó un máximo de siete meses en marzo, situándose en el 3,5%. El llamado «IPC subyacente» se situó en el 3,8%, casi el doble del objetivo arbitrario de inflación de precios del 2% fijado por la Reserva Federal. A pesar de esta persistente inflación de precios, Powell declaró esencialmente que no subirá el tipo de interés objetivo en un futuro próximo. Esto sugiere que Powell es muy consciente de la débil situación del empleo y sabe que el frágil mercado laboral no puede soportar más subidas de tipos.
En otras palabras, los consumidores deberían acostumbrarse a una inflación de precios continuada. La Reserva Federal no subirá los tipos de interés —aunque debería hacerlo— para combatir la inflación de los precios. Más bien, la Reserva Federal sigue esperando poder enhebrar la aguja de la inflación y, al mismo tiempo, mantener el auge del empleo alimentado por el dinero fácil. Pero puede que ya sea demasiado tarde para que la Reserva Federal logre esa fantasía. No sería la primera vez que la Fed se retrasa meses en admitir la verdad sobre la recesión. Ya en 2008, meses después de que comenzara la Gran Recesión, el presidente de la Fed, Bernanke, salía en televisión diciendo que no había recesión en el horizonte. Powell podría encontrarse pronto en una posición similar.