Los tipos de cambio parecen moverse en respuesta a tantos factores que resulta casi imposible calcular hacia dónde es probable que se encaminen. En lugar de prestar atención a la multitud de variables, es más sensato centrarse en la variable esencial.
En lo que se refiere a la determinación del tipo de cambio de la moneda, esta variable son los cambios relativos en el poder adquisitivo de las diversas divisas. El poder adquisitivo relativo de las diversas divisas establece el tipo subyacente de cambio.
Un precio de una cesta de bienes es la cantidad de dinero pagado por la cesta. También podemos decir que la cantidad de dinero pagado por una cesta de bienes es el poder adquisitivo del dinero con respecto a esa lista de bienes.
Si en EEUU el precio de una cesta de bienes es de 1 dólar y en Europa una cesta de bienes idéntica se vende por 2 euros entonces el tipo de cambio entre el dólar de EEUU y el euro debe ser de dos euros por un dólar.
Un factor importante a la hora de establecer el poder adquisitivo del dinero es la oferta de dinero. Si a lo largo del tiempo la tasa de crecimiento de la oferta monetaria de EEUU excede la tasa de crecimiento de la oferta monetaria europea, en igualdad de condiciones, esto pondrá presión sobre el dólar.
Como el precio de un bien es la cantidad de dinero por bien, esto significa ahora que los precios de los bienes en dólares aumentaran más rápido que los precios en euros, en igualdad de condiciones.
Como consecuencia, una cesta idéntica de bienes tendría ahora un precio, digamos, de 2 dólares frente a 2,5 euros. Esto implicaría que el tipo de cambio entre el dólar y el euro sería ahora de 1,25 euros por un dólar.
Advirtamos que el hecho de que los cambios en la oferta vocal de moneda afecten a su poder adquisitivo general con un retraso significa que los cambios en la oferta relativa de moneda también afectan al tipo de cambio de la moneda con un retraso.
Cuando se inyecta dinero en una economía, empieza en un mercado concreto antes de ir a otros mercados: esta es la razón del retraso.
Cuando entra en un mercado concreto impulsa al alza el precio de un bien en este mercado: se gasta más dinero en bienes concretos que antes.
Esto a su vez significa que la información pasada y presente acerca de la oferta monetaria puede emplearse para calcular probables movimientos futuros en el tipo de cambio de la moneda.
Otro factor importante en dirigir el poder adquisitivo en del dinero y el tipo de cambio de la moneda es la demanda de dinero. Por ejemplo, con un aumento en la producción de bienes la demanda de dinero seguirá el mismo camino.
La demanda de los servicios del medio de intercambio aumentará, ya que ahora se intercambiarán más bienes.
Como consecuencia, para una oferta dada de dinero, su poder adquisitivo aumentará. Menos dinero buscará ahora más bienes.
Diversos factores, como el tipo diferencial de interés, pueden causar una desviación del tipo de cambio de la moneda del nivel dictado por el poder adquisitivo relativo. Sin embargo, esas desviaciones pondrán en marcha fuerzas correctivas.
Supongamos que la Fed aumenta su política de tipos de interés mientras que el Banco Central Europeo no cambia su política de tipos.
Hemos visto que sea el precio de una cesta de bienes en EEUU es de un dólar y en Europa de dos euros, entonces, de acuerdo con el marco del poder adquisitivo, el tipo de cambio de la moneda debería ser de un dólar por dos euros.
Como resultado de una ampliación en el diferencial de tipos de interés en EEUU y la Eurozona, un aumento en la demanda de dólares empuja al tipo de cambio en el mercado hasta un dólar por tres euros.
Esto significa que el dólar está ahora sobrevalorado, como muestra el poder adquisitivo relativo del dólar con respecto al euro.
En esta situación, merecerá la pena vender la cesta de bienes en dólares, luego intercambiar los dólares por euros y después comprar la cesta de bienes con euros, obteniendo así una fácil ganancia de arbitraje.
Por ejemplo, las personas venderían una cesta de bienes por un dólar, intercambiarían el dólar por tres euros y luego intercambiarían tres euros por 1,5 cestas, ganando 0,5 de una cesta de bienes.
El hecho de que el poseedor de dólares aumentará su demanda de euros para beneficiarse del arbitraje hará más caros los euros en relación con los dólares, empujando al tipo de cambio en dirección a un dólar por dos euros.
Siempre se pondrá en marcha un arbitraje si el tipo de cambio se desvía, por cualquier razón, del tipo subyacente de cambio.