La masa monetaria mundial se ha disparado en 20,6 billones de dólares desde 2019, según Bloomberg.
Además, la deuda mundial aumentó en más de 15 billones de dólares en 2023, alcanzando un nuevo récord de 313 billones de dólares. Alrededor del 55% de este aumento procede de las economías desarrolladas, principalmente los EEUU, Francia y Alemania. Los pasivos no financiados en los Estados Unidos ascienden a 72 billones de dólares, casi el 300% del PIB. Esto puede parecer alto hasta que se mira a España, con el 500% del PIB, Francia, con cerca del 400%, o Alemania, con cerca del 350% del PIB.
No hay escapatoria de la deuda. Pagar las promesas ficticias del gobierno con papel moneda dará lugar a una moneda en constante depreciación, empobreciendo así a quienes ganan un salario o tienen ahorros. La inflación es el impuesto oculto, y es muy conveniente para los gobiernos porque siempre culpan a los comercios o a las empresas y se presentan como la solución imprimiendo aún más moneda.
Los gobiernos quieren más inflación para reducir el impacto de la enorme deuda y los pasivos no financiados en términos reales. Saben que no pueden cobrarte más impuestos, así que te los cobrarán indirectamente destruyendo el poder adquisitivo de la moneda que emiten.
Los altos impuestos no son una herramienta para reducir la elevada deuda, sino para perpetuar la expropiación de la riqueza nacional. Los países con altos impuestos y grandes gobiernos también tienen enormes niveles de deuda pública.
Si pensaban que la destrucción monetaria que hemos presenciado en los últimos años era excesiva, esperen al sufrimiento que padeceremos en el futuro.
En 2024, el mundo ha visto más de setenta elecciones en las que ninguno de los partidos con acceso al poder se molestó siquiera en presentar un plan realista para recortar la deuda. Los gobiernos y los políticos entienden que pueden hacer cualquier promesa utilizando el dinero de otros, y muchos votantes aceptarán de buen grado la falacia de gravar con impuestos a los ricos. Naturalmente, el envilecimiento de la moneda conduce a un empobrecimiento generalizado.
Kamala Harris promete deducciones fiscales para las empresas de nueva creación y los compradores de primera vivienda, así como para las familias con niños. Es de risa. La inflación, un impuesto oculto, consume sus ganancias y ahorros, mientras que los elevados impuestos directos e indirectos absorben los fondos restantes. A pesar de ello, promete una deducción fiscal que la mayoría de las pequeñas empresas nunca aprovecharán, ya que cerrarán antes de generar beneficios.
El Tesoro prevé un aumento de la deuda pública de 16 billones de dólares entre 2024 y 2034, sin tener en cuenta ningún riesgo de recesión. La enorme deuda pública de 35 billones de dólares, junto con sus posteriores adiciones, tiene el potencial de destruir la moneda. Los ciudadanos se enfrentarán a un mayor endeudamiento, a un menor acceso a bienes y servicios y a la disolución definitiva de la clase media en ausencia de un plan favorable al crecimiento y de un apoyo serio al poder adquisitivo de la moneda.
Los gobiernos y los políticos necesitan los votos de la clase media para llegar al poder, y también necesitan erosionar los ahorros y los salarios de esa misma clase media para reducir el peso de la deuda pública en términos reales. Cuando el gobierno dice que puede imprimir y emitir más deuda, tú lo pagas.
Los billones de dólares acumulados en deuda darán lugar a una oleada de flexibilización sin precedentes por parte de los bancos centrales, que seguirá incluyendo tipos reales negativos e incluso la monetización directa de la deuda. Sin embargo, necesitan una excusa para presentarse como la solución al problema que ellos mismos crearon. Una recesión o una desaceleración significativa serán el detonante para poner en marcha el plan de destrucción del poder adquisitivo de las divisas. Sin embargo, esta vez la inflación ya es evidente y persistente.
¿Recuerdan por qué los gobiernos se complacen en destruir el poder adquisitivo de la moneda que emiten? Es una forma de nacionalización de la riqueza del país.
¿Cómo pueden los gobiernos implantar la destrucción de moneda cuando los ciudadanos ya están molestos por los altos precios? Primero, necesitan silenciarte. Segundo, eliminar tus opciones de huir de la moneda. Tercero, imponer la expropiación con el lema: «Puede que no tengas nada, pero encontrarás la felicidad». Sí, no tendrás nada, pero tampoco estarás contento. Sólo que esta vez no podrás quejarte. Eliminar la libertad de expresión y los medios de comunicación independientes es una parte clave de este plan.
¿Crees que exagero? Si el gobierno realmente creyera que con sus políticas estarías mejor y serías más próspero, fomentaría la libertad de expresión porque todo el mundo valoraría sus mejoras de bienestar. Necesitan limitar la libertad de expresión porque saben que te harán más pobre. Por lo tanto, es crucial que te protejas contra las promesas del gobierno y comprendas las razones que hay detrás de la destrucción del dinero.
El dinero fiduciario es sólo una promesa, y el emisor sabe que no puede pagarlo en el valor de hoy. Hacerte dependiente y dejar la moneda sin valor es la mejor manera de controlarte. Protégete invirtiendo.
